Un siniestro destruyó de madrugada el tradicional templo del Cerro Barón.
Se encontraba en reparaciones y el fuego se habría iniciado en la vecina PUCV.
"Hay seguros comprometidos", indicó Raúl Celis.
El intendente de la Región de Valparaíso, Raúl Celis, se mostró consternado ante el incendio que destruyó esta madrugada la tradicional Iglesia de San Francisco, monumento nacional ubicado en el Cerro Barón de Valparaíso.
"Es un verdadero desastre en el interior. El daño es total", dijo Celis, que recordó que el templo se encontraba en reparaciones como parte del plan Legado Bicentenario, con una inversión comprometida de más de 3.500 millones de pesos.
"Llevábamos un 70 por ciento de restauración, un 40 por ciento del gasto, de tal manera que lo que ha ocurrido hoy día es sumamente triste", dijo la autoridad regional, que aludió a la versión que señala que el siniestro se inició en dependencias de la Facultad de Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
"El hecho de que haya habido un nuevo incendio, un incendio que aparentemente se debió a causas ocurridas en un establecimiento universitario que está al lado de la Iglesia, no hace sino reforzar la idea de volver a reconstruir la Iglesia de San Francisco. La idea de volver a hacerlo lo antes posible. Existen seguros comprometidos", indicó.
Un golpe y una oportunidad
Hasta el lugar llegó también el obispo Gonzalo Duarte, que calificó el siniestro como "un gran golpe" para los católicos y los porteños en su conjunto.
"A Valparaíso le llaman 'Pancho' por esta torre, porque los navegantes tenían esta torre como su faro", dijo el prelado, que afirmó sentir "una pena muy grande".
"Yo nací en Valparaíso y toda mi vida he estado viendo la torre de este templo. Éste es el tercer incendio que me toca ver", lamentó.
"En este barrio del Barón tan tradicional, que es tan grato para vivir, es una pena inmensa, vamos a tener que re empezar todo de nuevo", indicó.
Con los trabajos "la iglesia estaba quedando muy hermosa, la torre preciosa, el convento casi totalmente restaurado. Esto es muy triste para la orden franciscana, para la ciudad y también para la Universidad Católica de Valparaíso", insistió.
Sin embargo, "después de los golpes todos tenemos que ponernos de pie. Cada golpe que uno ve como una desgracia es siempre una oportunidad", reflexionó.
"En la vida todo son oportunidades para empezar de nuevo, todo son desafíos. El Señor nos manda a veces muchas penas muy grandes, pero son oportunidades para recomenzar, para llenarnos de fe y esperanza y para pedir la ayuda de Dios y la solidaridad. Yo estoy muy agradecido de la solidaridad de los vecinos en este incendio; desde ya los bomberos, las autoridades, estamos muy agradecidos", indicó el religioso.
