Pablo Alarcón, estudiante de psicología de 22 años empujó a María Angélica Vargas, quien trabajaba como fiscalizadora del Transantiago en Maipú, cuando fue bajado de un bus por no pagar su pasaje.
Actualmente cumple prisión preventiva en la cárcel Santiago I por el delito de homicidio frustrado.
"Yo no soy un evasor, el historial de mi tarjeta dice que yo cargaba constantemente la tarjeta y que pagaba. Yo cuando pasé mi tarjeta no tenía saldo y empecé a pedir pacíficamente si me podían dejar pasar, que estaba apurado, que tenía un trabajo importante, que iba atrasado", explicó Alarcón en conversación con Informe Especial.
A lo anterior agregó que la fiscalizadora que lo encaró le dijo que no lo dejaría pasar. "La discusión empezó a subir de tono (...) Cuando voy saliendo del paradero hacia el Metro, iba saliendo, me devolví y empujé a una fiscalizadora que no tenía nada que ver con la discusión".
Consultado sobre por qué empujó a la mujer, el estudiante aseguró que no tiene una explicación. "Solo puedo decir que estoy arrepentido de lo que hice y que ojalá algún día me perdone ella y su familia".
"No está mal que yo esté preso, es justicia divina. Estoy pagando mis actos, soy mayor de edad y respondo por eso. Espero que algún día me pueda perdonar".
Además agregó que piensa en indemnizar a la trabajadora afectada. "Me gustaría poder terminar mis estudios y trabajar, ejercer mi profesión para pagarle una indemnización. Si mi sueldo se tiene que amarrar a algún porcentaje no tengo problemas con eso", aseguró.