La policía asegura que la autora del crimen está "choqueada".
Será evaluada por sus lesiones en un centro asistencial y luego formalizada.
La policía efectúa los peritajes.
"Los vecinos conocen la historia, yo no hablaré más", dijo Erna del Carmen Ferie Gálvez cuando fue detenida por la policía tras asesinar a martillazos a su hijo Patricio Villalobos, de 34 años, cansada de los constantes maltratos a los que éste la sometía.
El crimen se produjo durante la madrugada de este miércoles, luego de que Villalobos llegó a la casa que compartía con su madre aparentemente bajo el efecto del alcohol y las drogas, según la versión de su hermano Gastón.
Estos hábitos de la víctima lo hacían sostener permanentes episodios agresivos contra su progenitora, los que se extendieron por 10 años, según los vecinos de la familia. Y estos llegaron a un punto crítico cuando este martes golpeó a su madre, pese a que ella había sido operada del corazón solo dos meses antes.
El comisario Francisco Orellana, de la Brigada de Homicidios, respaldó estas versiones: "Ella está bastante choqueada por el hecho. Es una situación de maltratos en la conviviencia que se viene viviendo desde hace varios años. Había antecedentes de amenazas por parte de la madre interpuestas en cuerpos policiales como también tienen una causa en juzgados de familia por este hecho".
La mujer fue llevada a un centro asistencial para la evaluación de sus lesiones tras la ultima pelea con su hijo y luego será llevada al centro de justicia para su formalización por parricidio.
