Párroco de La Legua denunció "violencia intolerable" en la población
"Hay tantas balaceras que los niños a veces no van a la escuela", aseguró Gerard Ouisse.
Apoderados retiran antes a escolares por temor a que se topen con los enfrentamientos.
"Hay tantas balaceras que los niños a veces no van a la escuela", aseguró Gerard Ouisse.
Apoderados retiran antes a escolares por temor a que se topen con los enfrentamientos.
El sacerdote y párroco de la comunidad San Cayetano de La Legua, Gerard Ouisse, llegó hasta la oficina de partes de La Moneda para dar cuenta del ambiente de "violencia intolerable" en la población, en una carta dirigida al ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Hinzpeter.
"Hay tantas balaceras que los niños a veces no van a la escuela, los papás te van a buscar a la una de la tarde porque a las dos o tres empieza la balacera, tienen que correr para ir a comprar pan", agregó el religioso.
"Durante 15 días tuvimos tres muertes y no se cuántos heridos, tienen arma muy sofisticadas", añadió el sacerdote, acusando el silencio de las autoridades ante la "dictadura instaurada por el narcotráfico".
Por su parte, el director de la escuela 480 de San Joaquín, Carlos Yokens, señaló que "una balacera o una redada de Carabineros lo que sea empieza a las dos de la tarde (...), por horario la salida es a las tres y cuarto, entonces las mamás vienen antes porque después si salen se van solos y se encuentran con los enfrentamientos".
La situación fue ratificada por el alcalde de San Joaquín, Pedro Echeverría, quien indicó que "la intervención que se hizo fue equivocada, tuvo un fuerte componente policial y careció de recursos en el ámbito urbano y psicosocial. Aquellos cuyos padres fueron detenidos hace años y que no tuvieron una tutela por parte del Estado, hoy probablemente ya han iniciado carrera delictual", dijo el edil.
Plan de intervención
Jorge Correa, quien fuera subsecretario del Interior en el año 2002, época en que se anunció un plan para la población, agregó que "con esos métodos tuvimos éxitos bastantes notables en otras poblaciones, pero esos se mostraron ineficaces en la Legua, la intervención fue muy difícil. Hay que cambiar los sistemas de patrullajes y hay que hacer una intervención muy potente y sostenida en el tiempo".
La carta del párroco de La Legua añade que "merecemos el derecho a la protección tanto o más que el que se suele dar a las autoridades cuando se va a inaugurar alguna dependencia. En las calles de La Legua no rige el estado de derecho ni son respetadas las garantías constitucionales", sentencia.