La PDI incautó este viernes en dos operativos 67 toneladas de baterías para vehículos, las cuales son utilizadas para fundirlas y sacarles el plomo, el cual queda en lingotes que son vendidos en el mercado negro en el exterior.
En uno de los operativos, los detectives lograron detener un camión que trasladaba 27 toneladas al norte del país, mientras que también se incautaron 40 toneladas en un sitio de acopio en Cerro Navia.
"Se acopian las baterías en forma ilegal, se acopia un número determinado y son transportadas primordialmente al sector norte de nuestro país para luego hacer fundiciones clandestinas, ilegales, donde se producen los daños ambientales por antonomasia y el plomo posteriormente es sacado en forma de contrabando fuera del país", dijo el prefecto inspector de la PDI, Hugo Pérez.
Los grupos especializados compran las baterías por kilo a 50 pesos, revendiéndolas en 250. En el exterior el precio sube hasta los 700 pesos, pero el ácido sulfúrico y el plomo del que están compuestas las baterías provocan daños a la salud y daños medioambientales.
"Tienen un 70 por ciento de plomo y un 25 por ciento de ácido sulfúrico. Ambos productos son altamente riesgosos para la salud. En términos crónicos el plomo se adhiere al sistema nervioso, por lo tanto provoca una serie de problemas neurológicos y uno de los que más se conoce es el daño cognitivo de los niños", dijo el seremi metropolitano de Salud, Carlos Aranda.
"Hay que considerar que hay un daño agudo que es muy grave, al que están expuestas las personas que trabajan directamente con las baterías, las personas que funden las baterías. El plomo se adhiere por la piel o por la inhalación o incluso se puede ingerir", añadió Aranda.
Solo desde 2016 a la fecha se han incautado más de 350 toneladas, deteniendo a 23 personas por el acopio ilegal del producto.
La PDI y Ministerio del Medio Ambiente lanzaron una campaña con un video educativo sobre las graves consecuencias de la manipulación e interacción con el plomo.