El cura Raúl Hasbún, quien fuera un reconocido partidario de la dictadura militar de Augusto Pinochet, será el encargado de defender al ex vicario de la Solidaridad y destacada figura de la defensa de los derechos humanos Cristián Precht Bañados en la investigación canónica que se le lleva adelante por presuntos abusos sexuales contra mayores y menores de edad.
"El se ha caracterizado por su lealtad, fidelidad, amor a la iglesia, ha desempeñado los cargos a veces más difíciles, más riesgosos que los pastores le han encomendado, yo he tratado de hacer algo similar y por lo tanto no hay entre nosotros diferencias históricas, así que somos para siempre hermanos en el único sacerdocio", dijo Hasbún tras conocerse el jueves que el Arzobispado de Santiago decidió enviar los antecedentes reunidos a la Congregación Para la Doctrina de la Fe del Vaticano, que deberá resolver.
|
"Todo el mundo tiene derecho a la defensa", dijo el ex comentarista televisivo. |
"Yo creo en su inocencia, de hecho él no está sufriendo ninguna medida penal punitiva, sino que una medida prudencial, que se llaman medidas cautelares", recalcó el sacerdote.
"Nos tenemos un profundo respeto y cariño mutuo, y aunque así no fuera, creo que todo el mundo tiene derecho a la defensa", añadió el ex comentarista televisivo, que explicó que la tarde del miércoles recibió el expediente del caso por parte del Arzobispado, y hasta ayer aún no lo había leído completamente.
Según la publicación, Precht solicitó en primera instancia que su defensa la realizara el consagrado Francisco García de Viñuesa, de quien es amigo desde hace años. Sin embargo, el Tribunal Eclesiástico rechazó esta posibilidad ya que sólo un sacerdote puede defender a otro clérigo en procesos de este tipo. En virtud de esto Precht recurrió a Hasbún.
Consultado sobre si son efectivas las versiones que dicen que Precht solicitó al Arzobispado congelar el caso y no enviarlo a Roma, Hasbún respondió: "No me voy a referir a eso".
"Decisión contradictoria"
El ingreso de Hasbún al caso generó opiniones encontradas entre los cercanos a Cristián Precht. Héctor Salazar, ex abogado de la Vicaría de la Solidaridad, especuló con que el acusado pudo acudir al ex controversial cura por sus conocimientos en derecho canónico, pero se declaró sorprendido y crítico de la decisión, que consideró "contradictoria".
"A veces -como también ocurre en la vida profesional de los abogados- el abogado tiñe una defensa", opinó Salazar, que tras conocer el envío de los antecedentes de los abusos al Vaticano dijo sentir una "profunda tristeza".
"No tiene precisamente una fama de serio el presbítero Raúl Hasbún; es un personaje altamente controversial, y que por su historia marca un sesgo y marca una tendencia" en la defensa, opinó.
Para Salazar, lo solicitado por Precht "es como si en la vida civil un miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez buscara como abogado defensor a alguien de la extrema derecha. Suena como contradictorio".
La familia está conforme
Sobre esta decisión se manifestó también, pero en el sentido contrario, el hermano del ex vicario, Héctor Precht.
"Me parece muy bien que a un cura como Cristián Precht -al que le decían 'cura izquierdista', 'cura rojo'- lo termine defendiendo un sacerdote como Hasbún, al cual le decían 'el cura facho'. Eso indica que esta cuestión va más allá de estas etiquetas que le pega la gente a los involucrados en esto", dijo.
Héctor Precht recordó que "Cristián estuvo yendo en los últimos años a Punta Peuco a darle su apoyo espiritual a todos los que están presos y a los militares, y algunos de ellos (ahora) le mandaron su apoyo en este lío en el que está metido".
"Éste es un asunto transversal; no hay gente que diga: 'Ah, qué bueno que al cura izquierdista... (le pasó esto). No" sucede eso, sentenció Héctor Precht, quien insistió en la inocencia de su hermano y criticó que el Arzobispado de Santiago no le haya dado acceso al expediente completo para saber con certeza de qué se lo acusa, como el mismo sacerdote alegó.
El casoLa investigación contra el ex vicario, de 71 años, comenzó en agosto de 2011 tras la denuncia de la familia del sicólogo Patricio Vela, que acusó que éste había sido abusado por el presbítero en la década de 1980. Vela se suicidó en 1991 y quienes interpusieron la denuncia fueron sus padres y su viuda, María Carolina Bañados, hija de un primo hermano de Precht.
Esa indagación se encargó al sacerdote jesuita Marcelo Gidi, quien no encontró pruebas incriminatorias, pero sí indicios de eventuales faltas sexuales. Tras esto, el arzobispo Ricardo Ezzati nombró como segundo investigador, en diciembre del año pasado, al sacerdote Jaime Ortiz de Lazcano, quien hasta mayo reunió más de 20 testimonios entre testigos y presuntas víctimas.
Precht fue secretario ejecutivo del Comité Pro Paz durante la dictadura y designado por el cardenal Raúl Silva Henríquez en la Vicaría de la Solidaridad. La acusación de presuntos abusos ha calado hondo en el mundo de los derechos humanos.