El sociólogo Eugenio Tironi, director de contenidos de la campaña del "No" para el plebiscito de 1988, recordó este jueves en Cooperativa las circunstancias que cruzaron dicho proceso y la elaboración de la recordada franja televisiva.
Tironi explicó que desde un principio el desafío se abordó "en términos bastante prácticos", mirando "qué había que hacer para reducir el miedo que teníamos los chilenos" y ayudar a que la población estuviera "dispuesta a inscribirse en los registros electorales y votar que 'No', aceptando el plebiscito, que era un mecanismo que Pinochet había inventado.
"Nos propusimos ser muy pragmáticos, muy instrumentales y, más que dar un testimonio o darnos un gusto, lo que pretendíamos era conseguir objetivos: inscribir a las personas y que prevaleciera el 'No' por sobre cualquier otra consideración", señaló el experto.
Esta decisión, en un comienzo, "fue compleja" y "hubo algunos pequeños corcoveos".
"Después de la primera semana había muchos dirigentes que estaban desconcertados: querían, en el fondo, una franja del No que se pareciera a la del 'Sí', que fuera agresiva , directa, mucho más racional, pero esos intentos –que los hubo- chocaron contra el muro de un grupo de dirigentes políticos que respaldó la opción que se había adoptado, encabezados por Genaro Arriagada, que fue el personaje más importante de todo esto, creo yo", manifestó Tironi.
El analista dijo, en tal sentido, sentir "admiración" por "la clase política chilena de la oposición de ese entonces, que hizo confianza en lo que planteó este grupo de técnicos, que era decir que si hacíamos una campaña tradicional, de denuncia, aprovechando la oportunidad de tener acceso a la televisión para mostrar lo que había sido y había hecho la dictadura, si nos dábamos ese gusto íbamos a reforzar el miedo y el escepticismo, la incredulidad, el sentimiento de impotencia frente a este personaje que parecía invencible llamado Pinochet, y por lo tanto íbamos a perder no por una trampa (de la dictadura) en el plebiscito, sino porque la gente no iba a ir a votar".
Incertidumbre
Ya definido esto, sin embargo, las dudas sobre el éxito de la decisión no estuvieron completamente disipadas, incluso en el propio equipo.
"Para mí no fue inmediato. Nosotros no teníamos ninguna experiencia en esto, nunca habíamos realizado algo parecido -Chile tampoco tenía experiencia- y cuando vimos la franja del 'Sí' a mí, al menos, eso me suscitó una cierta inseguridad, un cierto temor: ¿Cómo podían estar el 'Sí', la dictadura, Pinochet, tan equivocados? ¿No sería acaso que éramos nosotros los que estábamos errados con nuestra estrategia? A mí me vino esa duda, lo digo francamente", admitió.
"Hoy día, pasados los años, se ha construido una suerte de falacia narrativa, en que todo lo que hizo el 'No' estuvo bueno y brillante, inteligente, y todo lo del 'Sí' era malo, pésimo, idiota, pero en ese minuto, si Pinochet hubiera tenido éxito con el modo como actuaba... ¿Por qué se iba a equivocar tanto en la franja del 'Sí'?", insistió Tironi.
"Ese temor se me disipó días después, cuando el grupo de Teleanálisis, que encabeza Fernando Paulsen y Augusto Góngora, que habían ido a filmar a distintos lugares del país, volvió y nos contaron la experiencia que habían tenido en Castro viendo la reacción de la gente común y corriente en un bar, un restorán, al ver la franja: cómo se reaccionaba, cómo se reía, cómo se lloraba, y cuando descubrimos eso me volvió el alma al cuerpo", recordó el sociólogo.
Lo principal fue la movilización
A 25 años del triunfo del "No" y, pese a la importancia que tuvo la franja televisiva en la que él participó, Eugenio Tironi niega que esta propaganda haya sido el factor capital de la derrota de la dictadura en las urnas.
"Yo creo que lo que más pesa es la movilización social, no cabe ninguna duda, ninguna, ninguna duda", subraya.
"Es increíble lo que hizo el sindicalismo, lo que hicieron los colegios profesionales, lo que hicieron los artistas, lo que hicieron los intelectuales, lo que hizo –sobre todo- el movimiento de derechos humanos en Chile desde el año 74 ó 75, lo que hicieron las iglesias, lo que significó la visita del papa (Juan Pablo II), que también fue muy importante para disipar el miedo y para destruir esta noción de que sin Pinochet nos íbamos a matar entre nosotros", expresó.
"Yo creo que lo que hace la franja fue coronar ese proceso, pero no es la franja el origen del triunfo. A los partidarios de Pinochet siempre les ha gustado presentar a la franja como si fuese el factor mágico que condujo a la derrota del 'Sí', no quieren explicárselo de otra manera. No, el 'Sí' perdió porque la gente no quería a Pinochet, y nosotros reflejamos muy bien ese espíritu. Por eso no nos metimos tampoco en grandes profundidades del modelo económico, la desigualdad. Nos quedamos en lo más concreto y directo, que era Pinochet", expresó.
"El gran regalo que nos dio Pinochet" fue, en este sentido, favorecer la unión de fuerzas opositoras "muy heterogéneas, que habían tenido una historia de enfrentamientos muy aguda durante el tiempo de la Unidad Popular y se achacaban la responsabilidad unos a otros en relación con el golpe de Estado: la izquierda de la Unidad Popular culpaba a la Democracia Cristiana y la Democracia Cristiana culpaba, a su vez, a la Unidad Popular", y "hasta entonces había sido muy difícil ponerse de acuerdo, pero Pinochet le dio a la oposición el pretexto perfecto: articularse en torno al objetivo de votar por el 'No'", destacó el profesional.