Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional, apuntó que su reunión para mejorar la relación con la intendenta del Biobío, Jacqueline van Rysselberghe, nació a instancias del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien le encargó mejorar las discrepancias entre ambos.
"La señora intendenta depende del Ministerio del Interior, es parte del gobierno interior de la República y tiene un jefe que es el ministro del Interior, (quien) me encargó está gestión, me pidió 'a ver, por qué no me ayuda a ir resolviendo estas discrepancias' y así agrandamos la fuerza del gobierno interior en una zona que necesita una autoridad potente", comentó.
Larraín añadió a El Diario de Cooperativa que Van Rysselberghe demuestra "una muy buena voluntad" para venir a Santiago a discutir el tema porque "yo tampoco soy su jefe así que me parece una seña de buena voluntad y hay que apreciarlo".
"Ella tiene que mejorar el ambiente allá, ella se comprometió a reunirse con el comité político, que llama a los presidentes de los partidos, a los diputados de la zona", y que tendrá "un grupo asesor más amplio", por lo que Larraín cree que es "un muy buen comienzo".
Valoración y críticas
El senador por la región del Biobío y vicepresidente de la UDI, Víctor Pérez, dijo que la intendenta dio muestras "de la capacidad política y de diálogo" de Van Rysselberghe, y "demuestra que estábamos frente a un conflicto claramente artificial", y "quien crea que esto es un problema de cargos se equivocó de gobierno".
El diputado de RN Frank Sauerbaum señaló que la cita entre la intendenta y Larraín "me da la impresión que es solamente es un gesto pero la conversación real la tiene que tener con los dirigentes regionales y los parlamentarios de la zona", y pidió que RN "tenga la presencia que se merece".