Agustín Squella: "En Chile y en la Convención nos falta contención, estamos desbordados emocional y políticamente"

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Autor: Cooperativa.cl

El abogado dijo a Cooperativa que una Constitución no es lugar para poner "todos los sueños o expectativas personales o de los electores", sino que debe ser "como un gran espejo en que todos podamos mirarnos".

Señaló que "por supuesto" hay que presentar listo el texto el 4 de julio: esto fue un "compromiso" y cumplirlo exigirá "trabajar más, pero no al precio de hacerlo mal; sino trabajar más y mejor".

Respecto a los sistemas políticos en discusión se declaró, "por principio, partidario de la división de poder"; por ende, proclive a un "bicameralismo con reformas importantes respecto a lo que tenemos hoy".

Agustín Squella:
 ATON (Archivo)

El constituyente de La Lista del Apruebo lamentó que su propuesta de una "jornada de reflexión", formulada en diciembre, no haya sido apoyada y ni siquiera respondida por la mesa. "Habrá algunos convencionales que creen que no hay que hacer autocrítica, pero uno no mejora con autocomplacencia", apuntó.

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El convencional Agustín Squella, quien reflotó su idea de tener una "jornada de reflexión" en la Constituyente, llamó a sus pares a contenerse en la presentación de propuestas de normas, lo cual, si bien es su derecho, no debe utilizarse como medio para llevar "todos los sueños o expectativas personales" a la eventual nueva Carta Fundamental de Chile.

A propósito de la polémica iniciativa de María Rivera que busca disolver los poderes del Estado, Squella comentó que "todos los constituyentes estamos en nuestro derecho para hacer propuestas de normas; podemos celebrar algunas, disentir o criticar abiertamente otras. Y hay que respetarlo".

Sin embargo, en conversación con El Diario de Cooperativa, enfatizó que "una nueva Constitución para Chile no es una ocasión para colocar todos los sueños o expectativas personales o de los electores", sino que, al contrario, "la próxima Constitución será de la República de Chile y, en consecuencia, debe ser un gran espejo donde todos nos podamos mirar; unos se podrán mirar más, otros menos y otros van a aparecer por primera vez, como los pueblos indígenas".

"Presentemos normas, pero también tengamos algo que no sólo en la Convención, sino en general en Chile, y tal vez el mundo, nos está fallando: contención; estamos desbordados emocional y políticamente", exhortó el Premio Nacional de Humanidades, quien no descartó "el efecto de la pandemia" en ello.

SE DEBE CUMPLIR EL PLAZO ESTABLECIDO, Y NO PEDIR MÁS TIEMPO

Sobre el poco tiempo que le resta a la Convención para deliberar y votar las iniciativas de norma, Squella afirmó que "por supuesto" tendrán que presentar la propuesta de Constitución a más tardar el 4 de julio próximo, cuando el órgano cumple un año de trabajo, el máximo período establecido para su funcionamiento -nueve meses iniciales más una prórroga de tres-. De esa forma, se mostró contrario a la opción de que se le pida al Congreso que habilite más plazo.

"Cuando dijimos acepto en la ceremonia del 4 de julio del año pasado tomamos compromiso. Cuando uno asume un cargo, una función pública, asume deberes, desde luego aceptar el cargo, pero también reconocer que teníamos que votar las normas por dos tercios -nos gustara o no, a mí nunca me gustó- y hacerlo dentro de un plazo", sostuvo el abogado.

Ante ello, sí conminó a los constituyente a "trabajar a un tranco mayor al ya muy intenso al que estamos trabajando, porque estamos trabajando a full", recalcando que "tenemos que trabajar más, pero no al precio de hacerlo mal".

PARTIDARIO DE LA "DIVISIÓN DE PODER" Y EL BICAMERALISMO

En tanto, respecto al debate radicado aún en comisión sobre si establecer un Congreso bicameral o de una sola cámara, el también académico apuntó que "habrá posiciones muy divergentes, se darán argumento pro y contra". Sin embargo, "yo creo que a esta altura todos los convencionales tenemos más menos formada personalmente una idea, de manera que no veo algo insalvable o un nudo que no se pueda desatar; se desatará con argumentos de lado y lado".

Él, por su parte, se dijo "partidario del bicameralismo con reformas importantes a lo que tenemos hoy: es decir, desde luego la existencia de una Cámara Baja y de un Senado, cuyos representantes estén más ligados a la división territorial; pero un Senado que no tenga exactamente las mismas funciones e intervenciones que la Cámara de Diputados, no de todos los proyectos de ley, sino de algunos más importantes", ya que, a su juicio, "no necesitamos un Senado que 'espejee' a la Cámara".

Aunque también se mostró "abierto a escuchar las razones que puedan dar a favor del unicameralismo", expuso que, "por principio, soy partidario de la división del poder".

"Donde hay poder, mejor que esté dividido porque todo poder tiene capacidad de dañar a las personas; entonces, por el solo hecho de que el poder está dividido simpatizo con un Legislativo de dos cámaras", insistió.

De todos modos, "lo complicado es que esa votación va a requerir un altísimo quórum", dijo, advirtiendo "el riesgo de que podríamos terminar aprobando muy pocas normas por dos tercios, y eso significaría que el fruto final no sería propiamente una completa Constitución, sino un conjunto de normas constitucionales que podría correr el riesgo de no llegar a constituir lo que se entiende por una Constitución". Pese a ello, "en toda tarea humana hay riesgos", manifestó.

"SACAR LECCIONES", OBJETIVO DE LA JORNADA DE REFLEXIÓN

Por otra parte, Squella defendió su idea de que la Constituyente se dé una "jornada de reflexión", propuesta que destacó como "razonable y de buena fe".

Recordó que ya había llevado el planteamiento en diciembre pasado, junto con otros convencionales, a la mesa anterior del órgano, encabezada entonces por Elisa Loncon y Jaime Bassa, antes de cumplir los seis meses de trabajo. Pero "nunca tuvimos respuesta, considero que no fue bueno carecer de respuesta", lamentó.

El objetivo de su solicitud, explicó, "es analizar los muchos aciertos que tuvimos durante los primeros seis meses, pero también los errores que pudimos cometer, a efectos exclusivamente no de hacer penitencia, como irónicamente se dijo en un momento, sino para sacar lecciones del trabajo".

"Habrá algunos convencionales que creerán que no hay que hacer autocrítica y no hay lecciones que sacar, (pero) yo creo que las personas y las organizaciones mejoran con la autocrítica y no con la autocomplacencia", sentenció.

Desde la actual mesa, liderada por María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez, dijeron estar estudiando si se lleva a cabo la jornada propuesta.

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