El analista político Axel Callís, director de TuInfluyes.com, comentó que la agenda social que dio origen al estallido del 18 de octubre del 2019 "está intacta, no se ha movido nada, todo lo que sucedió sigue abierto", por lo que llamó al Gobierno y al Congreso equilibrar entre las políticas sociales y el acuerdo por una nueva Constitución.
En conversación con Cooperativa, el sociólogo aseguró que "el problema que tiene el Gobierno es que tiene que manejar un equilibrio que es su agenda versus la agenda constitucional, porque tampoco el Senado y la Cámara tienen que estar solamente pensando en sacar adelante esta reforma constitucional para poder habilitar otro proceso constituyente, sino que también qué pasa con la reforma tributaria, con el tema de la salud, las pensiones".
De esta manera, recalcó que "la agenda social que dio origen al estallido está intacta, no se ha movido nada, todo lo que sucedió con el estallido sigue abierto".
Sobre el acuerdo constituyente que aún no llega, Callís dijo que "se cumple que si una de las opciones ganaba por mucho, el sentido de urgencia se iba a perder y yo creo que se ha perdido el sentido de recanalizar el proceso constituyente y ese vértigo que había por tratar de darle una forma a todo lo que sucedió a partir del estallido social se ha ido empantanando".
Por lo que lamentó que, debido al mes que ha pasado desde el plebiscito y la falta de acuerdos, la ciudadanía "se ha ido distanciando, ha perdido tensión todo el tema constituyente, porque es una discusión enredada, donde se mezclan mecanismos con contenido, con los bordes y se transforma en una discusión de política dura que la ciudadanía no sé si le encuentra un atractivo a eso".
Finalmente, criticó la postura de Chile Vamos en este proceso, y comentó que "para la derecha todo entorpece la discusión constitucional, eso lo llevamos escuchando tres semanas", lo que catalogó como "sostener la sartén por el mango".
En este punto, reiteró que el Gobierno va a tener que "administrar su ansiedad con el proceso constituyente, versus la ansiedad de sacar adelante su agenda. Que las dos tienen una legitimidad inapelable, es decir, Gabriel Boric ganó con 4,6 millones (de votos) y, por lo tanto, ganó el mandato de llevar a cabo su programa, pero por otra parte la derecha también está endosándose el 62%, el cual sabemos que no es así", ya que una cantidad de personas votó "contra el texto, no a favor de la derecha".
"Estamos hablando de la necesidad de hacer lo que se dijo que se iba a hacer, y un grupo importante de chilenos y chilenas votaron Rechazo para reformar, y si no hay reformas, esa factura se va a cobrar", concluyó.
