Cristián Warnken, líder del movimiento ciudadano de centro autodenominado "Amarillos por Chile", creado en respuesta al debate que califican como "radical" al interior de la Convención Constitucional, advirtió que de seguir en esta línea, la ciudadanía podría rechazar la propuesta del órgano.
El escritor apuntó en Lo que Queda del Día que "hay sectores dentro de la Convención que no quieren ceder ni dialogar, y eso además ha intimidado -y eso es lo más peligroso- a sectores de la izquierda democrática -me refiero al Frente Amplio y al Partido Socialista, más específicamente-, que se sienten intimidados por estos grupos más maximalistas y más identitarios".
Si bien admitió la importancia del "estallido identitario" al comienzo del trabajo constituyente, "esta Constitución la vamos a hacer para todos, no para cada una de las identidades, entonces estamos en un momento de inflexión".
En ese sentido, el grupo que encabeza se ofrece para aportar ideas, pero también para mediar y lograr el éxito del proceso, puesto que "sentimos que mientras más maximalista sea la Constitución, la opción del Rechazo (de salida) crece con fuerza".
"Diría que la gran mayoría de los que firmamos (el manifiesto) votamos Apruebo" en el Plebiscito del 2020, "porque teníamos fe en el proceso constituyente", y a su juicio, sería "catastrófico" que se vieran obligados a votar en contra del texto emanado de la Convención.
UNA CONSTITUCIÓN SOCIALDEMÓCRATA SE VE "LEJANA"
Según Warnken, en adelante "hay tres posibilidades" para lo que resta del proceso: "Que se haga una Constitución de corte socialdemócrata, de derechos; que por supuesto, incluya elementos regionalistas, pero bien hechos; que reconozca a los pueblos indígenas, pero sin crear unas ficciones de Estado plurinacional o con ideas copiadas a Evo Morales; con paridad de género, pero que convoque a todos y tenga una votación del 80 por ciento, o sea, que hasta la derecha liberal, más democrática, votara a favor. Ese sería el primer escenario exitoso, el que veo más lejos hoy día".
"El segundo escenario -continuó- es que terminemos con una Constitución más o menos, con falencias fruto de negociaciones de último minuto, y que no gane por una amplia mayoría, o sea, que gane 55-45 por ciento, o 52-48 por ciento. Sería pésimo partir con una Constitución con tan baja aprobación en su origen, desperdiciando la oportunidad de todo este proceso".
Finalmente, la tercera alternativa es que "si es muy maximalista, la opción de Rechazo va a crecer con mucha fuerza, entonces no va a ser solamente la gente de derecha que va a votar Rechazo, sino que también gente de centro y de centroizquierda, que por lo demás, es la que decidió la última elección presidencial", planteó el conductor de televisión, en alusión a los acercamientos al centro de José Antonio Kast y del Presidente electo, Gabriel Boric.
"De esos tres escenarios, los 'amarillos' queremos el primero, que es el que vemos alejarse cada vez más cuando la gente se quiere dar gustos o estiran el elástico, en vez de aprovechar este proceso para hacer un diálogo honesto, de buena fe, como tienen que ser todos los diálogos políticos", lamentó.