Un grupo transversal de diputados, encabezados por Felipe Letelier (PPD), presentó un proyecto de reforma constitucional para retomar el periodo presidencial de seis años.
La moción, derivada a la Comisión de Constitución para su estudio, fue ingresada a trámite legislativo el jueves 3 de julio por el diputado Letelier, junto a sus compañeros de partido Cristian Campos y Guillermo Ceroni y a los diputados René Manuel García (RN); Hugo Gutiérrez (PC); Fernando Meza (PRSD); Ricardo Rincón (DC); Daniella Cicardini y Christian Urízar (PS); y la independiente Alejandra Sepúlveda.
Los legisladores recordaron en el texto legal las diversas modificaciones efectuadas al periodo del mandato presidencial en Chile, desde la Constitución de 1833 al último cambio efectuado en 2005, en donde se fijaron los vigentes cuatro años, concluyendo tras el análisis histórico que esta franja temporal es ajena a nuestra tradición republicana.
"Nuestro país es reconocido a nivel internacional como una nación estable y de fiar, donde sus instituciones funcionan y su clase política es confiable. Es por ello factible considerar que ampliar el período presidencial de cuatro a seis años permite el establecimiento de un Gobierno que cuente con las herramientas temporales necesarias para llevar a cabo un plan concreto a desarrollar", enfatizaron.
Plantearon que nuestro país posee herramientas de estabilidad y contrapeso a la función presidencial, por lo que "un período de seis años, sin posibilidad de reelección no amenaza su gobernabilidad ni su correcto funcionamiento".
"Al contrario, sirve como una base sólida de confianza en los gobernantes, los cuales cuentan con un plazo suficiente para llevar a cabo las políticas públicas de manera eficiente y con proyección", agrega la argumentación del proyecto.
Además, acotaron, la realidad internacional indica que un período presidencial de cuatro años es propio de estados donde su Carta Fundamental considera la reelección inmediata del Presidente en ejercicio (EE.UU., Argentina, Bolivia, Venezuela, Ecuador, entre otros), lo que no es propio a nuestra realidad política-institucional.