Luego del fracaso de las negociaciones el pasado viernes, los partidos políticos con representación parlamentaria lograron alcanzar este lunes un acuerdo para encausar el nuevo proceso constituyente, debate que se extendió por más de tres meses, tras el plebiscito de salida en que la ciudadanía rechazó la propuesta emanada por la Convención Constitucional.
En la sede del Congreso en Santiago, oficialismo y oposición pudieron ponerse de acuerdo con respecto al órgano que se encargará de redactar la nueva Carta Magna, el principal nudo de las tratativas, lo cual será anunciado y detallado oficialmente esta tarde.
El grupo duro de las negociaciones sigue dentro del antiguo edificio perfilando los últimos detalles del contenido y redactando el acuerdo.
Según ha trascendido, la nueva ley fundamental será escrita por un órgano llamado Consejo Constitucional, integrado por 50 personas electas por la ciudadanía con las mismas reglas que el Senado y con el apoyo inicial de 24 expertos designados por el Congreso: 12 seleccionados por la Cámara de Diputadas y Diputados y los otros 12 por la Cámara Alta.
Así, los consejeros constituyentes elegidos en las urnas trabajarían sobre la base de un anteproyecto elaborado por los expertos, que no sería vinculante para los primeros.
"No puedo adelantar nada, pero sí les aseguro que será un buen proceso para Chile", dijo el diputado Raúl Soto (PPD) a la prensa.
El diputado Eric Aedo, jefe de la bancada de la DC, adelantó que "estamos tratando de ajustar todos los tiempos para que este proceso ojalá esté finalizado en diciembre del próximo año".
Consultado si el acuerdo contempla elecciones de convencionales en abril, Aedo señaló que "esa es una idea, pero no podemos casarnos con una fecha, porque ahora entra el Servel, una vez que se ratifique" el acuerdo.
La composición del órgano seguía siendo el último y gran nudo que había impedido, hasta ahora, dar luz verde al esperado acuerdo. El oficialismo mantenía su postura sobre uno 100% electo, mientras la oposición, por uno mixto entre integrantes elegidos por la ciudadanía y expertos designados. En ese marco, una discrepancia relevante que aparecía era la incidencia que tendrán esos especialistas.
La noche del domingo, en entrevista con Tolerancia Cero (CNN Chile), la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), planteó que "si expertos es una fórmula tan mágica, entonces, ¿por qué no reemplazamos al Congreso por un consejo de expertos? ¿Por qué no remplazamos al Ejecutivo, que elige ese mismo pueblo del que tanto desconfía Amarillos, por, no sé, una licitación del mejor experto?".
Este lunes, en tanto, la vocera de Gobierno, Camila Vallejo (PC), afirmó que "sería un error pensar que las y los expertos podrían hacer magia o podrían reemplazar lo que le corresponde determinar a la ciudadanía".
La más reciente Encuesta Plaza Pública Cadem, difundida ayer, indicó que un 59% de los chilenos cree que un órgano mixto -expertos y electos- es el mejor mecanismo para redactar la nueva Constitución, mientras que un 37% prefiere un órgano 100% electo y un 4% no sabe o no responde.
"ACUERDO POR CHILE"
Este acuerdo fue destacado por el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), quien señaló previo a detallar el informe que lo primordial es lograr un "proceso constituyente exitoso, para que la Constitución sea un factor de unidad en un marco constitucional del que todos nos sintamos orgullosos y del que todos seamos parte, pero la tarea recién comienza".
"Tenemos que aprender con mucha humildad de las lecciones de nuestra historia, no solo las del pasado reciente, y por ello se ha suscrito esta noche un acuerdo por Chile con un número significativo de fuerzas con representación parlamentaria que habilita el proceso constituyente que demanda la ciudadanía, un proceso democrático con un rol protagónico como corresponde al pueblo de Chile", puntualizó el parlamentario.
"Quiero agradecer la responsabilidad con la que han participado todos los actores que han formado parte de este diálogo. Hubo en este tiempo momentos de tensión, pero jamás perdimos la esperanza de que este acuerdo fuera posible. Lo más importante es que nunca nadie se retiró de las conversaciones y se ha suscrito un acuerdo", profundizó Elizalde.
Finalmente, destacó que "hoy recién se inicia un nuevo camino para avanzar hacia una Constitución nacida en democracia. Es una oportunidad para Chile que depende de todas y todos nosotros, por eso el llamado que hacemos es actuar con responsabilidad para forjar un mejor futuro para nuestra patria".
Por su parte, el presidente de la Cámara Baja, Vlado Mirosevic, indicó que quienes firmaron el acuerdo "lo hacen desde la convicción de que es indispensable habilitar un proceso constituyente y tener una nueva Constitución para Chile".
"Estamos conscientes de que hay urgencias sociales, económicas, de seguridad pública, entre otros, así como temas importantes como la modernización del Estado y la reforma del sistema político a la que deben dedicarse tanto el Gobierno como las y los parlamentarios. Respecto de estos temas acordamos enfrentarlos en conjunto, en mesas de trabajo y propuestas concretas, comprometiendo un órgano constitucional a considerarlas", dijo el líder de los diputados.
Además, señaló que "discutir y escribir una nueva Constitución hoy es importante e indispensable y requiere un nivel de profesionalismo de contar con expertos y expertas. Asimismo, debe hacerla un órgano distinto al Congreso, con dedicación exclusiva para su tarea".