"Nosotros perdimos el plebiscito, por lo tanto, estamos siempre en una condición más difícil", admitió el presidente de la Cámara Baja en entrevista con EFE.
Para él, "lo importante es que salga un buen acuerdo, no que salga rápido".
El presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, el oficialista Vlado Mirosevic, es "optimista" ante los avances en las negociaciones del nuevo proceso constituyente, pero admite en una entrevista a EFE que "los representantes políticos del Rechazo son los que imponen los ritmos de la conversación".
Mirosevic (Partido Liberal) lidera, junto a su homólogo en el Senado, Álvaro Elizalde (Partido Socialista), los diálogos por la nueva ruta constituyente, que las fuerzas políticas chilenas sostienen desde hace tres meses, tras la derrota abrumadora del Apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre.
"Es muy especial poder estar en este rol porque, para mi generación, llegar a decir que vamos a tener una nueva Constitución hecha en democracia es, probablemente, una de las principales tareas políticas", expresa desde el jardín del antiguo Congreso, en pleno centro de la capital.
El diputado, politólogo de formación, dice que se siente "optimista" por los "avances" y "buena disposición" en las negociaciones: "Aunque sigue habiendo puntos de desacuerdo, todos entendemos que hay que salir de la pelea diaria porque estamos resolviendo los próximos 40 años de Chile", sostiene.
Elegido presidente del hemiciclo el 7 de noviembre, luego de que la candidata comunista Karol Cariola no alcanzara suficientes apoyos, fue -como ella- uno de los coordinadores de la campaña a favor de la propuesta constitucional: "Nosotros perdimos el plebiscito, por lo tanto, estamos siempre en una condición más difícil en la negociación", reconoce.
Para él, "lo importante es que salga un buen acuerdo, no que salga rápido" y admite que hay presiones para que el nuevo órgano redactor del texto, nudo principal de la negociación, sea mixto, tal y como quiere la oposición, en lugar de integrarse por el 100% de sus miembros electos, como fue la Convención Constitucional por decisión del 80% de la ciudadanía, que votó esta opción en el referéndum de octubre de 2020.
El parlamentario y fundador del PL considera válido el resultado del primer plebiscito, pero advierte que están "llegando a un acuerdo con el otro sector del país y eso supone ceder también".
Mirosevic preside la Cámara más fragmentada de la democracia, en un momento de crisis nacional y global, con la inflación y el desempleo disparados y una percepción de inseguridad a niveles récord: "Asumo el cargo en un momento de mucha polarización y mal ambiente, pero mi propósito es ordenar la Cámara porque el país espera de nosotros una actitud a la altura de nuestra responsabilidad", apunta.
Según él, hay un grupo "muy beligerante" de parlamentarios que "genera un problema de prestigio serio a la institución". Por eso, entre sus prioridades está promover una reforma al reglamento de la Cámara para "endurecer las sanciones económicas de la dieta" a quienes mantengan conductas inapropiadas: "El despelote y el caos solo sirven para mantener el statu quo", indica.
"Los conservadores son los más contentos con el desorden porque es un argumento para que no avancen los cambios que el país exige", añade.
Entre los temas preferentes de su agenda también hay proyectos antiabuso, de seguridad pública, reactivación económica y urgencias sociales, pero reconoce que "su corazón" está puesto en las reformas tributaria y de pensiones que el Gobierno ha prometido al país.
"Espero ser lo más transversal posible para avanzar en esta agenda. Voy a tener un rol republicano y sobrio para hacerle bien a la institución", sostiene.
Mirosevic asegura mantener "una muy buena relación, de mucha confianza" con el Presidente Gabriel Boric, con quien ya se reunió. Ambos tienen varios puntos en común: fueron dirigentes estudiantiles, tienen ascendencia croata y llegaron a la Cámara de Diputados en 2014, donde "forjaron una gran amistad", precisa.
"Muchas de las peleas y banderas que levantamos juntos en el pasado, hoy estamos con posibilidad de lograrlas", agrega el liberal, que atraviesa su tercera etapa legislativa, aunque su primer intento de llegar al Congreso fue en 2009 a través de una coalición de derecha que ese año apoyó la candidatura presidencial de Sebastián Piñera.
El legislador se distancia de las críticas que parte del Frente Amplio, al que pertenece Boric y al que él renunció a finales de 2020, ha dirigido a las administraciones anteriores, y que ha supuesto uno de los motivos de conflicto en la coalición gubernamental, formada por los frenteamplistas y la centro izquierda tradicional.
"Siempre fui muy cuidadoso de no hacer una crítica tan lapidaria a los 30 años (anteriores) porque hay que tener gratitud con aquellos que lucharon contra la dictadura en momentos difíciles. A esa generación le tengo un tremendo respeto porque pelearon para retornar la democracia", cierra.
