La Sala del Senado aprobó por 19 votos a favor, 11 en contra y una abstención, el proyecto de acuerdo que propone la creación de una comisión bicameral cuya tarea será estudiar y proponer una nueva Constitución, escuchando la opinión de los diversos actores sociales en los temas que sean de su interés, contando además con la asesoría de especialistas expertos en las materias.
La iniciativa establece además que el texto final deberá ser ratificado posteriormente mediante un plebiscito ciudadano.
El proyecto de acuerdo fue impulsado por los senadores Andrés Zaldívar (DC), Isabel Allende (PS), Soledad Alvear (DC), Ximena Rincón (DC), Carlos Bianchi (Ind), Carlos Cantero (Ind), Camilo Escalona (PS), Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC), Guido Girardi (PPD), José Antonio Gómez (PRSD), Ricardo Lagos Weber (PPD), Juan Pablo Letelier (PS), Pedro Muñoz (PPD), Alejandro Navarro (MAS), Jorge Pizarro (DC), Jaime Quintana (PPD), Fulvio Rossi (PS), Mariano Ruiz-Esquide (DC), Hosaín Sabag (DC), Eugenio Tuma (PPD), Ignacio Walker (DC) y Patricio Walker (DC).
Los parlamentarios indicaron que "toda la ciudadanía entiende que Chile necesita una nueva Constitución" y que "una de las mayores demandas públicas consiste en llevar a cabo diversas reformas políticas tendientes a recoger peticiones de mayor participación ciudadana a través de plebiscitos nacionales y comunales, reformas del sistema electoral, descentralización, elección popular de los representantes regionales, mayor autonomía y poder de los gobiernos comunales, propuestas para un régimen político semipresidencial o parlamentario".
Agregaron que "en internet, a través de distintos portales, circula una carta dirigida a la máximas autoridades y firmada por más de tres mil ciudadanos que exigen una nueva Constitución para Chile, y señalan que es indispensable que el nuevo instrumento 'nos represente a todas y todos, que promueva la democracia, la transparencia, el pluralismo, el bienestar general, los derechos sociales y la participación ciudadana como ejes orientadores de nuestra convivencia'".
Los parlamentarios aseveraron que "uno de los argumentos más utilizados para fundamentar la necesidad del cambio de texto constitucional radica en la falta de legitimidad de origen de la norma ya que ésta fue redactada en el marco de un gobierno de facto y luego ratificada en un procedimiento que no ofreció garantías democráticas".
Para otros "el argumento decisivo para reemplazar el actual texto no está en su ilegitimidad de origen sino en su eventual incapacidad para dar cuenta de la transformación que ha experimentado Chile en los últimos 30 años".
Manifestaron que existe consenso ciudadano en que "una nueva Constitución ganaría en legitimidad y adhesión social, ambas cuestiones deseables en todo sistema político".
Precisaron que "en lo que respecta a los mecanismos para dar curso al proyecto de nueva Constitución, una de las posibilidades es trabajar sobre la base de una Asamblea Constituyente, sin embargo, actualmente no se cuenta con los mecanismos que permitan el establecimiento de esta institución, a menos que existiese un acuerdo parlamentario de parte de todas las fuerzas políticas, lo que requerirá tiempo y consensos".
Frente a lo anterior dijeron que "se requiere buscar otros mecanismos que permitan avanzar en la generación de la nueva Constitución", por lo que instaron a crear esta comisión bicameral.