Los exlíderes de la Convención Constitucional Elisa Loncon y Jaime Bassa se reencontraron este miércoles en la Estación Mapocho, en su primera actividad pública desde el triunfo del rechazo, que justamente abordó el carácter del extinto órgano.
El conversatorio de la Furia del Libro "¿Fue un bestseller la Constitución que no fue?" comenzó con las palabras de la expresidenta de la asamblea, que según La Tercera aseguró que "nunca antes una institución en Chile tuvo tal transparencia como la Convención Constitucional y eso difiere de como ha sido el proceso actual".
"La verdad es que no sabemos lo que pasa en esas cuatro paredes, sólo nos hemos informado de los acuerdos que han logrado republicanos y sectores de izquierda para tener el panorama que tienen en este momento, pero no estamos viendo lo que acontece", fustigó la académica.
En cuanto al fracaso de la Convención, insistió en que "en cuanto llegamos fuimos objeto de desinformación, de mentiras, de informaciones no reales y eso fue lesionando la confianza que teníamos (...) El cuarto poder que existe en Chile, que son los medios de comunicación y que están conformados por la elite, se encargaron de difamar y de falsear, desinformar lo que estábamos instalando en ese proceso".
Para Loncon, fue este clima el que motivó a la ciudadanía a terminar el proceso "dándole el voto al Rechazo, confiando prácticamente en los que tenían el poder y la fuente económica laboral. Los amenazaron con mentiras".
"NOS FALTÓ PILLERÍA"
Por su parte, Bassa inició su exposición planteando que después del 4 de septiembre, "pareciera que estamos en un momento en que no se puede hablar" desde la izquierda. "Yo me pregunto si el 89, después del plebiscito del 88, la centroizquierda habrá hecho lo mismo con la derecha. La derecha perdió el plebiscito del 88, sin embargo presentó candidato presidencial el 89, diputados, senadores y ganó varios".
Considerando que la oposición siguió presentándose a elecciones generales después de la transición, el exvicepresidente de la mesa apuntó que "nunca a nadie se le ocurrió decir que las ideas que representaba esa derecha golpista, en dictadura, eran ideas que no podían volver a ser representadas en el espacio público. Sin embargo, con nosotros y nosotras nos está pasando algo así ahora, que no nos atrevemos a sacar la voz".
En cuanto al proceso anterior, estimó que "parcialmente tuvimos éxito porque logramos redactar una Constitución, pero fracasamos en el objeto político de que se aprobara y se implementara", y a su juicio, "leímos mal la estructura de relaciones de poder de la sociedad. Leímos mal los efectos y el impacto que tienen los poderes fácticos y cómo operan a través de las instituciones de representación popular".
"Fuimos ingenuos porque pensamos que haciendo las cosas bien iban a resultar bien, pero nos faltó estrategia, pillería, saber con quién negociar, saber qué conceder a un poder fáctico y qué negarle a otro. Reconocer a los poderes fácticos y sentarse a la mesa, lo hicimos poco, deberíamos haberlo hecho más", reconoció.
De todas maneras, valoró que a pesar del rechazo electoral, "hay un libro, hay un resultado concreto, hay un resultado material que está en la casa de cientos de miles de familias que en algún momento van a leer ese texto (...) Eso nadie nos lo va a quitar nunca. El libro siempre va a estar ahí, no se va a borrar y es una luz de esperanza que nos invita a mirar ese horizonte de cambio y de justicia social que alguna vez pensamos en la Constituyente", y por lo demás, afirmó que "perdimos con mucho respaldo popular".