Boris Lara, hijo del guardia municipal, comparó con la reacción que hubo tras la agresión contra Rodrigo Avilés en 2015.
"Vende más que las fuerzas de orden agredieron a un civil, pero no cuando un civil agrede a otro civil", dijo.
Los restos del trabajador fueron trasladados hasta la Iglesia Sagrados Corazones de Valparaíso.
Este martes se realizó el funeral de Eduardo Lara, el guardia municipal que falleció en un incendio intencional durante los desmanes del 21 de mayo pasado en Valparaíso.
El velorio tuvo lugar en el edificio consistorial del Municipio de Valparaíso, donde uno de los hijos del trabajador, Boris Lara, expresó las diferencias que ha habido por parte de las autoridades entre el caso de su padre y la situación de Rodrigo Avilés, herido en las manifestaciones del 21 de mayo del 2015 tras ser golpeado por un chorro del carro lanzagua.
El también miembro de la Armada indicó que "ha sido una diferencia. Desde el primer momento que el muchacho recibió ese chorro de agua, todas las autoridades estuvieron con él".
"Mi papá tampoco estaba haciendo nada y le pasó esto, y las autoridades no se han hecho presentes. Alguien tendrá que hacerse responsable, pero nadie ha llegado a decir 'yo me hago responsable', porque tal vez era solamente un guardia que estaba cumpliendo con su deber", aseveró.
Boris Lara sostuvo que "vende más que las fuerzas de orden agredieron a un civil, pero no cuando un civil agrede a otro civil. Eso no vende".
Su nieta Bernardita Lara comentó que "no soy quien para perdonarlos, pero dejaron un gran vacío en mi familia. Que se entreguen, por favor, porque la gente aquí siempre queda impune, y a veces por menores de edad que los sacan de la justicia".
Los restos del trabajador fueron trasladados hasta la Iglesia Sagrados Corazones de Valparaíso.
Unas 500 personas acompañaron el cortejo fúnebre, el cual era encabezado por la viuda, Irma Soto, y sus hijos Luis, Boris y Walton. Posteriormente, Lara será sepultado en el Parque Sendero de Playa Ancha.
Daños en la Catedral
El monseñor Gonzalo Duarte, que encabeza la misa, también dio cuenta que se roció con acelerante las puertas de la Catedral durante la jornada del 21 de mayo pasado.
"No sé si querían quemar la Catedral o no, realmente estaba manchada la puerta central con aceite negro y me dijeron que era acelerante. Ahora, uno puede esperar cualquier cosa. Se quemó el segundo y tercer piso de las dependencias pastorales de la Catedral y, en parte por el fuego y en parte por el agua, eso quedó muy mal", dijo Duarte.
Agregó que "hemos hablado poco de los daños de la Catedral porque eso es poco comparado con la muerte de una persona".
Mientras que en el Congreso, el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), y la seremi del Trabajo y Previsión Social, Karen Medina, se reunieron con los principales sindicatos de trabajadores de la zona para conversar respecto a los principales temas en materia laboral.
