El militante UDI contó con la aprobación del Senado.
Lily Pérez y Carlos Bianchi apuntaron a cuoteo político.
Tagle se defendió indicando que tiene la "experiencia, preparación y compromiso" necesarios para este rol.
El Senado aceptó que el experto electoral Andrés Tagle, militante UDI y ex asesor de la administración Piñera, se convierta en el nuevo miembro del Consejo Directivo del Servicio Electoral.
De esta manera, se llena el cupo que dejó vacante en abril el abogado Gonzalo Molina, quien abandonó el cargo tras ser querellado en el marco del caso SQM.
La decisión se tomó con 31 votos a favor y tres abstenciones, de Alejandro Guillier, Carlos Bianchi y Lily Pérez, quienes criticaron una "designación negociada".
"Me abstengo porque no estoy disponible para seguir avanzando en un proceso que no permite la oxigenación de personas, mujeres u hombres que teniendo la capacidad humana, técnica, profesional, simplemente no tienen ninguna oportunidad por no pertenecer a estas dos fuerzas políticas", comentó Bianchi.
Por su parte, Lily Pérez (Amplitud), recalcó que el Gobierno "en público le pega a su partido, uno de los partidos más contradictorios como la UDI, pero nomina al Servel a un militante de ese partido. No lo hace por sus competencias técnicas, pero a nosotros la denominación del señor Tagle nos llega solo por su militancia política, es decir, cuoteo político".
UDI respondió a Pérez
El presidente de la UDI, Hernán Larraín, respondió a las declaraciones de Pérez y le recordó sobre el acuerdo entre el Gobierno y Amplitud para disminuir el límite de firmas necesarias para convertirse en partido político.
"No porque un día alguien es consultado, quizás ahí hay un error de aproximación, no porque alguien perteneza a una minoría puede por ese solo hecho sentirse mirado en menos o que el sistema es malo", sostuvo.
"Cuando el Gobierno ha pactado, por ejemplo, con algunas minorías para rebajar los límites de la creación de partidos políticos, nosotros hemos dicho 'no nos parece sano para la política chilena', pero es legítimo el negocio que hizo Amplitud, o sino probablemente no podría existir", recordó Larraín.
Por su parte, Tagle se defendió indicando que la situación "no es así, yo cumplo con los requisitos que fijaron las ONG, que hablan de que una persona tiene que tener experiencia, preparación y compromiso".
