Tras el fin del sistema binominal en 2015, este año en las elecciones parlamentarias tendremos más escaños, el regreso de los votos gigantes y también habrá nuevos desafíos como el cuoteo femenino.
Tanto el binominal como el actual sistema D'Hont son proporcionales y la fórmula para repartir escaños es similar, pero ya no habrá arrastre para candidatos con baja votación solo por doblaje.
Es lo que conlleva el histórico fin del binominal, que solo repartía dos cupos para diputados y senadores, y ahora se compite hasta por ocho escaños y según indicó el diputado PPD y experto electoral Pepe Auth, las elecciones dejaron de ser predecibles y el poder ya no se lo pelean solo dos coaliciones.
"Hoy se van a encontrar con un menú mucho más variado y con posibilidades para todos los sectores de ingresar a la Cámara en particular, un poco menos al Senado pero también. Significa que es una elección mucho más competitiva, con mucha mayor incertidumbre previa que el binominal, era el paraíso de los expertos electorales", indicó Auth.
El parlamentario sostuvo que antes "todo consistía en saber si ganaba el de RN o de la UDI en la Alianza, o si ganaba el DC o el del PPD, del PS o PR en la Concertación primero y después en la Nueva Mayoría".
¿Qué nos vamos a encontrar?
Ya no serán 120 diputados sino que 150 y dejaron de ser 60 distritos y ahora son 28, y cada uno con distinto número de escaños: El mínimo son tres, como sucede en Arica, y el máximo ocho, que es el caso del Distrito 10 que conforman Providencia, Ñuñoa, Santiago, Macul, San Joaquín y La Granja.
Los senadores pasaron de ser 38 a 50, aunque este año solo se elegirán en regiones impares.
Cada región es una circunscripción y los cupos pueden ir de dos a cuatro, regresando las papeletas de tamaño sábana.
Se aumentó la cantidad de escaños, agregando 30 diputados y 12 senadores. (Foto: ATON)
"Cada lista puede competir con un candidato adicional al número de cargos a repartir por distrito. La gente va a tener en la papeleta probablemente más de 40 candidatos, va a ser mucho más difícil identificar a su candidato", explicó Mauricio Morales, experto electoral y director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca.
Dio cuenta que "la persona suele marcar el primer nombre, es lo que denomino el 'bono electoral por ser primero'. Fluctúa entre un 2 y un 3 por ciento y en un escenario de alta fragmentación ese 2 a 3 por ciento pasa a ser decisivo".
Cuota de género
Además, habrá más espacio para nuevos conglomerados, más representación con más cupos, el factor de incertidumbre con el número de candidatos y ahora vienen las obligaciones: Para avanzar en paridad no podrá haber más del 60 por ciento de candidatos del mismo género.
Se asume que entonces por lo menos deberá haber un 40 por ciento de candidatas, pero será difícil armar las listas según dijo el presidente de Senado, Andrés Zaldívar (DC), explicando que esperaban que la norma aplicara a cada lista y no por partido.
"Es por partido, no por pacto, según se interpretó por el Servicio Electoral. Yo personalmente creí siempre que la interpretación era que la cuota de género habría que tenerla por pacto y creo que eso hace más difícil, incluso, la conformación de las listas", aseveró.
Zaldívar dijo que "no es tanto llevar números, sino que llevar posibilidad de candidatas que sean elegidas, pero es un tema que está complejizando bastante la posibilidad de buscar cómo conformar las listas".
Las elecciones parlamentarias serán el domingo 19 de noviembre, mientras que el 2 de julio serán las primarias, para las que solo el Frente Amplio se inscribió en siete distritos.