El candidato presidencial del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, conversó con El Diario de Cooperativa sobre su campaña y dijo no asustarse por estar fuera de los medios de cara a las elecciones de noviembre.
"El primer semestre de 2012, según la Universidad Diego Portales, tuve un segundo en el noticiario y aún así somos la segunda o tercera fuerza política presidencial más importante de Chile", precisó el candidato.
El ex diputado socialista agregó que "durante los últimos tres años he estado fuera de los medios, por temas propios, por oferta y demanda, porque los medios tienen su agenda, porque no he estado a la altura de la agenda de los editores, pero no me asusto".
"Quizás un talón de Aquiles es tener tantas convicciones y ponerlas por delante porque hay un costo", puntualizó.
Monarquía y reforma constitucional
El candidato del PRO se mostró "convencido que Chile es una monarquía, el Presidente en Chile tiene más poder que en ningún otro país de América Latina y la ciudadanía ya se ha expresado mayoritariamente en contra de un modelo que crece, pero no distribuye".
"No hay ningún obstáculo para que no se convoque a un plebiscito para una reforma constitucional en el Congreso, nunca ha habido un obstáculo, lo que ocurre es que el país no ha conocido a un Presidente con convicción respecto a la democracia participativa", añadió.
A su juicio, lo primero a reformar "es el capítulo cuarto de la Constitución, el capítulo corazón de la Constitución que hizo Diego Portales en 1833 y el que Pinochet mantuvo, Lagos fortaleció y nadie ha querido tocar nunca porque afecta a la clase política, es el del poder que está concentrado en pocas manos".
Acusación contra Beyer
Respecto a la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer, Enríquez-Ominami se mostró "a favor de la acusación constitucional, creo que es importante y creo que se equivoca la derecha y la mitad de la Concertación que está a favor del lucro y que hoy se opone".
"La acusación constitucional es la única herramienta que existe para sancionar la mala fe en política, el ausentismo, la desidia y esa acusación constitucional requiere mayoría simple, por tanto, es sano que el país se detenga un minuto a pasarle la cuenta a un ministro por ausentismo", enfatizó.