Este sábado, el ex senador pronunciará su último discurso como presidente del partido.
"Tenemos que poder procesar eso con un poco menos de cálculo político", adujo.
Cercanos a la nueva directiva del partido señalan que se insistirá en la erradicación total de cualquier alusión a la fecha.
Este sábado, el ex senador Carlos Larraín, pronunciará en el consejo general del partido su último discurso como presidente de Renovación Nacional (RN), oportunidad en que fijará su postura respecto a la declaración de principios de la tienda, que la nueva directiva se comprometió a modificar.
Mientras el diputado Cristián Monckeberg, nuevo timonel de la tienda, insiste en su intención de quitar toda mención a la llegada de Augusto Pinochet y la junta militar al poder, el ex parlamentario afirma que "no se puede omitir completamente" la consignación de esa fecha.
"La intervención militar ocurrió hace 40 años, pero sigue siendo considerado como el cruce del Mar Rojo en el Antiguo Testamento, como la gran divisora de la historia chilena, y eso no es así", declaró Larraín en entrevista con La Tercera.
El timonel de RN añadió que "tenemos que poder procesar eso con un poco menos de cálculo político. La izquierda se declaró víctima exclusiva y universal, pese a que tuvo que ver en la génesis y mucho. No se puede omitir completamente ese factor, pero tampoco puede ser considerado como la piedra fundacional de la historia contemporánea".
Finalmente, Larraín remarcó que "hay otros que participaron en el golpe militar y se hacen los locos y yo supongo que Sebastián Piñera se refería con los cómplices pasivos a la DC, que tuvo tanto que ver con el golpe".
En el punto 8 de la declaración de principios del partido, se puede leer que "consciente del proceso de descomposición política y social que el régimen democrático chileno experimentó en las últimas décadas, cuya derivación totalitaria hizo ineludible el pronunciamiento militar de 1973, Renovación Nacional se propone imprimir al nuevo sistema político, la rectitud, la seriedad y la eficiencia necesarias para evitar el imperio de la demagogia y el retorno de la amenaza totalitaria".
Por su parte, cercanos a la nueva directiva del partido señalan que se insistirá en la erradicación total de cualquier alusión al 11 de septiembre de 1973, lo que incluye la opción de impulsar un debate interno para concretar la idea.
