En El Primer Café de Cooperativa, personeros de distintos sectores políticos coincidieron en una crítica transversal por el fallido proceso para comprar -por parte del Ejecutivo- la residencia del derrocado presidente Salvador Allende (1970-1973), en la que Amarillos criticó "la sonrisa boba" de la renunciada exministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, mientras que desde el PS acusan "falta de criterio".
Según anunció el Ejecutivo en diciembre pasado, la intención que la adquisición de ambos inmuebles (incluido también el del expresidente Patricio Aylwin) tengan fines patrimoniales. Pero desde Chile Vamos denunciaron un posible conflicto de interés debido a que una de las dueñas del inmueble es la ministra de Defensa, Maya Fernández, y la senadora PS Isabel Allende.
Frente a las críticas, el Ministerio de Bienes Nacionales informó que el Gobierno desistió de realizar la compra "debido a la actual estructura de copropiedad de la comunidad de herederos del expresidente Allende".
En conversación con Cooperativa, el vicepresidente de Amarillos, Isidro Solís, manifestó que "esto es impresentable, el Ministerio de Bienes Nacionales, su función es la de regularización de propiedades. En todos los casos, lo más poderoso de Bienes Nacionales es la Dirección Jurídica, eso deberían hacerlo hasta en la más modesta regularización rural. ¿Cómo nadie lo hizo en una iniciativa que no solo dice relación con una propiedad, (sino también) relación con un acto político del Estado? ¿Nadie tiene cabeza en este Gobierno? Es una cosa increíble".
"Estas incompetencias me ofenden, que aparezca con su sonrisa boba frente a las cámaras diciendo que todo se pudo haber hecho mejor, pero que me voy a ver orgullosa de la enorme embarrada que he hecho, es impresentable, me refiero a la señora Sandoval. Uno tiene que comparecer al país y pedir perdón, le deben una explicación a este país", fustigó el exministro de Justicia.
La secretaria general de Renovación Nacional (RN), Andrea Balladares, señaló que "lo primero es destacar lo grave de estos hechos, las acciones del Gobierno transgreden la Constitución, y en eso nosotros queremos iniciar acciones jurídicas necesarias para poder asegurar que no se transgreda y que el Gobierno no realice nada irregular, más allá de que el hilo se corte por lo más delgado. Estamos evaluando eso, pero necesitamos ver hoy como va a seguir y cuáles son las acciones que vamos a tomar, pero esta es nuestra voluntad".
"¿La ministra de Bienes Nacionales es la responsable final? ¿Fue ella? ¿Fue su equipo? ¿Dónde están las responsabilidades ahí? Más allá de las responsabilidades políticas, hay una cosa muy grave por lo que reviste la importancia del Ministerio de Defensa (liderado por la ministra Maya Fernández), que se ve involucrado en esto", cuestionó.
PS: "Falta de criterio"
Desde el oficialismo, la diputada Daniella Cicardini (PS) expresó que "lamentamos que haya existido una falta de criterio y desprolijidad, porque este proceso no ha estado a la altura del Presidente Allende, que se quería honrar su legado e historia con la compra de esta casa. Lo importante es que este proceso está suspendido, tenemos a una ministra fuera de su cargo, que asume su responsabilidad política".
No obstante, la parlamentaria precisó que "lo concreto es que había procesos en curso, observaciones que tenía que entregar a Contraloría (General de la República), pero más allá de eso, todo fue bien imprudente. Hubo una torpeza en quienes no advirtieron estas incompatibilidades. Para nosotros como socialistas era una buena forma de honrar el legado y se empañó de manera brutal".
El secretario general del Frente Amplio, Andrés Couble, fue más cauto en afirmar que, tras el fallido proceso de compra, "hay un reconocimiento de responsabilidades políticas (por parte del Gobierno). Salió una ministra del cargo, creo que si le toma el peso, salir de un ministerio no es fácil y también se quiere relevar el trabajo bien realizado, pero acá hay un proceso que le termina costando el cargo (a la ministra Sandoval)".
"Decir que no se asumen responsabilidades o que se toma (el asunto) con nimiedad no lo veo así, creo todo lo contrario. En un proceso que no se avanza y que en las etapas de revisión, cuando esto se hace público y se decide no avanzar y termina con la salida de una ministra, es una forma de sí asumir responsabilidades políticas y que se hubo un procedimiento que no se hizo como corresponde", concluyó.