Luego de haber adelantado su respaldo a la reforma para el retiro del 10 por ciento de ahorros previsionales y en medio del enredo imposible de la UDI por el proyecto, tironeada entre dos referentes históricos como Joaquín Lavín y Pablo Longueira, el senador gremialista Iván Moreira se cuadró con el primero y se desmarcó del segundo.
"No me voy a ir de la UDI y no voy a responder el llamado de Pablo Longueira, que hace años dejó de ser mi referente", dijo a El Diario de Cooperativa el parlamentario luego de que el dos veces ex presidente de la tienda emplazara a abandonar el partido a quienes visen la iniciativa, que se votará mañana miércoles en la Sala del Senado.
En cambio, se alineó con el posible candidato presidencial de la UDI para el próximo año, Joaquín Lavín, quien la semana pasada sinceró su apoyo al proyecto ("en situaciones excepcionales hay que tomar medidas que uno jamás hubiera hecho") y se puso en la trinchera contraria a la de la timonel, Jacqueline Van Rysselberghe, al declarar que castigar a los parlamentarios es una "exageración".
"Me siento respaldado por Lavín, si ya dijo que coincidía conmigo en la necesidad de que había que buscar una fórmula extrema para ayudar a los chilenos", sostuvo Moreira, quien agradeció la "valentía" del alcalde de Las Condes por el costo que significa dar su respaldo al proyecto.
En este sentido, el senador afirmó que se someterá -junto a sus pares de la UDI- al Tribunal Supremo: "Voy a ir junto a los tres senadores y mi hermano (el diputado Christián Moreira), porque nos vamos a defender".
"Yo espero que no me den cadena perpetua por tratar de ayudar a los millones de chilenos que con mi voto estoy ayudando. Si eso es un delito, es porque el mundo está demasiado trastornado", aseguró.
En esa línea, el parlamentario expresó que su posición es una actitud "humanitaria" frente a una emergencia. "A nadie le gusta el retiro del 10 por ciento, pero ya no queda otra", indicó.
El senador agregó que "la cosa hubiera sido distinta" si es que hubiera habido una transferencia directa de un millón o un millón y medio de pesos a las personas afectadas por dos meses. "Hoy día obligamos a la gente a tener que sacar un 10 por ciento para tener que sobrevivir. El Estado tiene confinada a la gente", sostuvo.
EL GOBIERNO REQUIERE "UN CAMBIO DE ACTITUD"
Por otra parte, Moreira rechazó la actitud que ha tenido el oficialismo y el Gobierno al insistir en poner obstáculos a la reforma e hizo un llamado a no presentar un veto o acudir al Tribunal Constitucional (TC).
Advirtió que "si el Gobierno actúa precipitadamente, se va a encontrar con un problema mayor, porque me parece que presentar un veto y que al mismo tiempo haya algunos parlamentarios que lleven esto al Tribunal Constitucional verdaderamente es una ofensa para los chilenos, un golpe bajo (...) Sería el error más grave que nuestro Gobierno podría cometer".
Asimismo, el congresista afirmó que "tiene que haber un reajuste ministerial, no sé si reforzarlo, no voy a pedir renuncias de nadie, porque esa es responsabilidad exclusivamente del Presidente, pero sí tengo que decir que las comunicaciones del Gobierno han sido tremendamente malas".
"Como a mi me dicen que no es bueno renuncias del gabinete, entonces creo que todos tenemos una oportunidad y esa oportunidad de los ministros actuales tiene que basarse en un cambio de actitud del gabinete. Eso es lo que queremos", profundizó.
"Estos ministros tienen un jefe y el jefe es el Presidente de la República, entonces el cambio de actitud del Gobierno debe empezar por el Presidente de la República. Aquí hubo un antes y un después", añadió Moreira.
En este sentido, dijo que el Mandatario "tiene que ejercer un liderazgo y ese liderazgo tiene que ser un cambio de actitud política del Gobierno y también tendrá que haber un cambio de actitud dentro de los partidos de Chile Vamos, porque aquí cada uno se manda solo, no hay liderazgos y eso es grave para nuestro sector en cuanto al futuro de poder enfrentar una candidatura presidencial".