Paulina Henoch, investigadora del Instituto Libertad y Desarrollo, ligado a la UDI, destacó los resultados mostrados por la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), que mostró una baja del 15,1 a 14,4 en el porcentaje total de pobres entre los años 2009 y 2011 y una reducción en la brecha de ingresos autónomos de 46,2 a 35,6 veces entre el 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre de la población.
"Los resultados son muy positivos y muestran un avance muy importante en nuestro país", dijo Henoch a la agencia Efe, atribuyendo el avance a las mejoras en las cifras de empleo (menos de 7 por ciento de cesantía) más que a las políticas públicas. "No vemos una mayor incidencia de las transferencias del Estado", dijo.
"La principal causa de la pobreza es que la gente está desempleada", añadió Henoch, que defendió la negativa del Gobierno a aumentar el salario mínimo a 200 mil pesos en medio de la compleja tramitación del reajuste.
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En cinco años la economía chilena se expandió un 21 por ciento, pero la pobreza general aumentó, recordó Kremerman. (Foto: UPI) |
"Para incentivar el empleo hay que disminuir los costos de contratación y un salario mínimo más alto puede aumentar esos costos", dijo la ingeniero, cuyas impresiones contrastan con las del economista de la Fundación Sol Marco Kremerman.
"Efectivamente hay una reducción de los indicadores de pobreza y desigualdad, aunque no en los volúmenes que uno esperaría en virtud de los altos niveles de crecimiento", con un promedio anual del 6 por ciento en 2010 y 2011, dijo el experto.
Kremerman dijo a Efe estar "preocupado" por lo ocurrido en los últimos cinco años, donde "a pesar de que el PIB creció un 21 por ciento, la pobreza, en vez de disminuir, aumentó un 5,1 por ciento y pasó del 13,7 por ciento (de 2006) a un 14,4 por ciento".