El timonel Osvaldo Andrade dijo que tras ganar una elección no se puede seguir actuando "como comando" de campaña.
Los partidos de la Nueva Mayoría exigieron a Rodrigo Peñailillo trabajar bajo "coordinación".
La falta de una buena interlocución provocó los "altibajos" del mes pasado, estimó Andrade.
El presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, afirmó que la indefinición de un "formato" de interlocución y coordinación entre los partidos de la Nueva Mayoría y el futuro Gobierno de Michelle Bachelet fue la raíz de la crisis de los nombramientos que marcó todo el mes de febrero para el bloque, y que terminó con la renuncia de tres de los subsecretarios designados.
"La transición desde la fecha de la segunda vuelta a la fecha de la asunción del Gobierno es un momento en que hay altibajos; ése es mi punto de vista. Yo creo que febrero fue una expresión de esto, de una transición que no tenía resuelto el formato", dijo Andrade.
Sacando las lecciones de ello, "el formato de trabajo del Gobierno tendrá que ser distinto, porque es Gobierno, es una institución; lo que cuando uno es comando (presidencial) no puede ni debe decir, cuando se es Gobierno debe y tiene que hacerlo", advirtió el timonel tras la cita que sostuvo ayer lunes el futuro ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, con los jefes de bancada de la Nueva Mayoría.
El encuentro se efectuó tras semanas de cuestionamientos en la propia oposición respecto del excesivo "hermetismo" del círculo cercano de la futura Mandataria.
"Aquí se requiere mucha cohesión, mucha unidad de los parlamentarios de la Nueva Mayoría con el Poder Ejecutivo. Somos un solo equipo y creo que eso tiene que expresarse en una muy buena coordinación que traiga consigo eficacia legislativa", reflexionó en la misma instancia el jefe de la bancada de senadores socialistas, Fulvio Rossi.
Rodrigo Peñailillo dejó citados para el jueves a las 15:00 horas a los presidentes de partido de la Nueva Mayoría a su primera reunión de coordinación con el futuro comité político.
