La madre y la hermana de Matías Catrileo fueron detenidas junto a otras ocho personas a causa de incidentes registrados en la sala de audiencias del Tribunal de Garantía de Temuco.
Mónica Quezada y Catalina Catrileo habían asistido junto a un grupo de personas para el juicio abreviado por la toma de la Intendencia de la Araucanía el 3 de enero de 2012, cuando se conmemoraba el aniversario del asesinato del comunero mapuche.
Una vez iniciado el procedimiento la jueza de garantía Alejandra García informó a los asistentes que solo tenía 15 minutos para la audiencia, por lo que debería reagendarse y continuar en los próximos días.
Esto causó molestia entre los asistentes, principalmente los imputados, porque la mayoría habían viajado muchas horas e incluso un día para estar en la audiencia y exigieron respeto por su tiempo.
Entonces se produjeron intercambios verbales entre imputados y la jueza, lo que llevó a que García se inhabilitara y el fiscal Juan Pablo Salas, que representa al Ministerio Público, determinó que había flagrancia en desacato a la autoridad y desórdenes por lo que ordenó a funcionarios de Gendarmería la detención del grupo.
No había personal suficiente y los imputados quedaron retenidos entre las puertas de acceso. Y cuando llegaron carabineros de Fuerzas Especiales se produjo un enfrentamiento tras el cual la madre y de Catrileo más otras personas fueron arrastradas por funcionarios hasta el carro celular de la policía.
Tras su detención, Mónica Quezada arfirmó que "lo que pasa es que nosotros, me refiero a mi hija y los demás detenidos hemos estado más tiempo presos que el asesino de mi hijo. Mientras no haya justicia no va a haber paz".