Estudio advirtió sobre riesgo de cáncer por contaminación de agua en Antofagasta
Una investigación publicada en Estados Unidos alertó sobre la alta concentración de arsénico presente en el líquido que beben los habitantes de la nortina ciudad.
Una investigación publicada en Estados Unidos alertó sobre la alta concentración de arsénico presente en el líquido que beben los habitantes de la nortina ciudad.
La elevada concentración de arsénico en el agua potable de Antofagasta ha supuesto el aumento de la mortalidad por cáncer de pulmón y de vejiga de los habitantes de esta zona, según un estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute de Estados Unidos.
El informe fue orientado por el director del programa de investigación sobre arsénico en la Universidad Berkeley de California, Allan Smith, en colaboración con un equipo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Los investigadores trataron de revelar la magnitud del daño a largo plazo sobre millones de personas de la región alrededor de la ciudad de Antofagasta, donde en 1958 y para poder acoger a los nuevos habitantes de la zona, se utilizó el agua de dos ríos altamente contaminados por arsénico.
La alta concentración de esta sustancia tiene tanto un origen natural, ya que se encuentra en el suelo y los minerales de la región, como uno industrial, especialmente debido a las actividades del sector de la minería.
El estudio comparó las tasas de mortalidad por cáncer de pulmón y de vejiga desde 1950 hasta el año 2000 en la zona contaminada de Chile con las de otras zonas del país, similares en condiciones socio-demográficas, en donde el agua no estuviese contaminada.
Los resultados indicaron que la tasa de mortalidad por cáncer de vejiga era seis veces mayor en los hombres y 14 veces más elevada en las mujeres de la región contaminada.
En cuanto al cáncer de pulmón, del estudio se desprendió que la tasa de mortalidad era tres veces mayor en estas regiones tanto en hombres como en mujeres, en comparación con el resto de zonas similares del país.
Además, los investigadores apuntaron a que la mortalidad empezó a incrementarse 10 años después de que los niveles de arsénico aumentaran y que alcanzaron su máximo entre 10 y 20 años después de que los niveles de esta sustancia dañina hubieran empezado a rebajarse.
Es decir, que el número de muertes por cáncer de pulmón y vejiga aumenta cuanto más asimilado está el arsénico en el agua.
"Los resultados muestran que los riesgos de la exposición a una alta concentración de arsénico son extraordinariamente altos y que duran mucho tiempo, tanto después de la exposición inicial como después de dicha exposición", indicó Smith.
"Como el agua contaminada de arsénico no tiene color, ni olor, ni sabor, es muy difícil convencer a la gente de que corre riesgo" agregó. (EFE)