El Centro de Investigación Aplicada del Mar (CIAM) y la Universidad de Tarapacá presentaron las conclusiones de un proyecto que busca una solución tecnológica de engorda para el crecimiento comercial del pez Seriola Lalandi, conocido comunmente como dorado o palometa.
La iniciativa, realizada en Arica y Parinacota, permitió identificar una oportunidad para ampliar el cultivo de peces en otras regiones de Chile, objetivo para el cual el dorado se presta como un potencial recurso acuícola para la zona norte.
Entre las conclusiones que arrojó el proyecto destacan que esta tecnología permite que los peces alcancen los 3,5 kilos en un periodo de cultivo de 13 meses, teniendo al mes una siembra de especímenes juveniles de 0,01 kilos.
"Experiencia pionera"
La investigación consideró dos siembras de Seriola Lalandi entre abril del 2014 y abril del 2016, tiempo en el que se evaluó el comportamiento adaptativo al sistema de cultivo; considerando densidad, temperatura, tasa de crecimiento, mortalidad y conversión alimentaria.
La iniciativa fue apreciada por autoridades regionales y representantes del mundo civil y privado. (Foto: María Francisca Quinteros)
"Si bien nació como un programa piloto el año 2013, marcó una experiencia pionera en el norte, en la que por primera vez se buscó abordar, a través de la ciencia acuícola, una necesidad de la región, buscando generar un aporte económico en el largo plazo y con potencialidad de empleabilidad en el futuro", señaló Felipe Zaldívar, gerente general de Corpesca, creadora del proyecto.
El pez dorado genera interés para su cultivo debido a su rápido crecimiento y adaptabilidad. En el mercado, su valor bordea los ocho dólares el kilo y es apetecido por su sabor. El proyecto realizado en Arica desarrolló la tecnología necesaria para alcanzar la supervivencia del pez en óptimas condiciones y así ampliar su consumo.