Hasta 67 años de cárcel arriesgan los cinco acusados de conformar la red internacional más grande dedicada al tráfico de migrantes a Chile y que fue desarticulada en 2016 tras la "Operación Desierto" realizada en simultáneo con autoridades de Perú.
Cuatro ciudadanos peruanos y uno colombiano conforman el primer grupo que este lunes enfrentó a la justicia y a quienes se les atribuye 89 casos, todas personas provenientes de República Dominicana.
Los líderes de la banda, en tanto, fueron extraditados en abril pasado desde Perú y se espera que sus juicios inicien en octubre próximo.
La fiscal regional, Javiera López, indicó que la acusación apunta al carácter agravado de los delitos, debido a que la vida de los afectados fue puesta en riesgo.
López afirmó que "estamos frente a una organización criminal que actuaba en varios países y que se dedicaba principalmente a ingresar a extranjeros a Chile mediante varias fórmulas, entre ellas el engaño y la puesta en peligro de la vida e integridad".
Operaban desde el 2014
La investigación realizada en conjunto entre la Fiscalía Regional y el OS-9 de Carabineros estableció que la organización operaba desde el 2014. El grupo captaba dominicanos en dicho país para ingresarlos a Chile por pasos no habilitados y con la promesa de entregarles visas de trabajo, viaje que significaba un pago previo de entre los 700 y 3 mil dólares.
Los extranjeros eran trasladadas vía aérea hasta Colombia o Ecuador, para seguir su travesía por vía terrestre hacia Perú, país donde la red contaba con casas de acopio de personas tanto en Sullana, junto a la frontera con Ecuador, como en Tacna.
El último paso era el traslado a pie hacia Chile por el paso de Desagüadero, en la unión entre Perú y Bolivia, o por Colchane, en la región de Tarapacá. También eran utilizados caminos no habilitados por la frontera Chile-Perú, obligando a los migrantes a transitar por campos minados para llegar a Arica, ciudad desde donde la mayoría partía a Santiago.