En sesión extraordinaria, el Concejo Municipal de Arica acordó la renovación de 27 patentes de alcoholes que hasta la fecha se encontraban en revisión debido a que presentaban tres o más infracciones, cifra que habilitaba al al Concejo para revocar los permisos.
En primera instancia, los ediles aprobaron 590 patentes repartidas en los 21 tipos disponibles para iniciar un comercio, lo que dejó afuera a 35 establecimientos.
Tras la revisión durante las comisiones internas, el número fue rebajado a ocho, debido a que son las únicas que presentan más de tres partes ejecutoriados y sin posibilidad de apelación ante los tribunales. Esto dejó un saldo de 617 patentes renovadas.
Como caso pendiente, en tanto, sólo quedó un local que aún puede apelar y que no tuvo pronunciamiento del concejo tras un empate de cinco votos a favor y cinco abstenciones, quedando en manos del alcalde Gerardo Espíndola su aprobación. En tanto, un permiso quedó suspendido mientras se resuelve una situación por herencia.
Posiciones cruzadas dentro del municipio
La mesa de ediles hoy está dividida entre quienes plantean una política de "mano dura" para quienes presentan más de tres infracciones y quienes plantean ser flexibles y analizar cada caso de manera particular.
Según detalló el concejal Jorge Mollo, "hay posturas que están muy duras, pero aquí no podemos aplicar una planilla para todos los contribuyentes. Hay algunos que se esfuerzan por mantener sus patentes de alcohol al día y, a veces, por factores externos les han cursado partes".
Por su parte, el concejal Paul Carvajal enfatizó en que Arica es una de las ciudades de Chile con mayor número de patentes de alcohol per cápita, cifras que requieren ser revisadas y disminuídas conforme lo indica la ley vigente.
"Se dio a destajo patentes de alcohol y, por tanto, se promovió que la botillería o el expendio de alcohol sea "El negocio" (en Arica), habiendo otro tipo de negocios. Lo que me preocupa es que cada vez que entregamos una patente de alcohol, hay una población que se altera", expresó.
Postura similar fue la del alcalde Gerdardo Espíndola, quien indicó que "al momento de la renovación de las patentes de alcoholes debemos sumar elementos que le den garantías a las vecinas y vecinos que lo pasan mal cuando cerca de sus casas se instala un locales comerciales que generan incivilidades y externalidades relacionadas con la venta de alcohol".