Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica del Norte determinó que la exposición a plaguicidas estaría provocando daño cognitivo entre quienes trabajan directamente con este tipo de sustancias en las provincias de Elqui y Limarí, en la Región de Coquimbo.
El sondeo, que fue realizado entre los años 2011 y 2014, evidenció que el nivel de exposición, tanto de trabajadores como de quienes viven en sectores aledaños a las faenas, superó el límite de tolerancia biológica que establece la legislación chilena.
La doctora y académica a cargo de la investigación, Floria Pancetti, explicó al diario El Día que "cuando la gente ni siquiera se intoxica, no se da cuenta que está expuesta porque no tiene ninguna manifestación, pero, sin embargo, esa exposición a dosis bajas, si es por muchos años, igual tiene impactos en la salud".
De acuerdo con la investigadora, estos problemas están asociados a cáncer, malformaciones congénitas en la descendencia de tipo genético, o puede manifestarse también a través de alteraciones metabólicas, como diabetes tipo 2.
La profesional remarcó que "a nosotros nos interesó una manifestación que pasa prácticamente inadvertida, que es el deterioro cognitivo. Hay mucha evidencia que indica que la exposición crónica por muchos años a plaguicidas puede estar asociada con enfermedades de tipo neurodegenerativo como el Parkinson y el Alzheimer y una manifestación temprana de eso es el deterioro cognitivo".
Pancetti añadió que en el estudio "vemos claramente que la gente ocupacionalmente expuesta, que lleva más de 15 años trabajando en labores agrícolas, claramente tienen mayor deterioro, sobre todo en memoria y psicomotricidad, que la gente ambientalmente expuesta".
La investigación tuvo un costo superior a los 300 millones de pesos que fueron financiados a través del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) de Conicyt. Además, se están realizando estudios similares en las regiones Metropolitana, de O'Higgins y del Maule para contrastar los resultados.