Preocupación manifestaron los gremios de La Araucanía respecto a las medidas del Gobierno que no han dado resultados por la violencia en la zona, luego que el sábado seis camiones y maquinaria fueron destruidas en un ataque incendiario a una empresa en Carahue.
El dirigente de la Asociación de Dueños de Camiones, José Villagrán, dijo que, a su juicio, es necesario aplicar medidas de excepción para evitar la continuidad de estos hechos, estimando en cerca de 100 los vehículos mayores destruidos por atentados incendiarios en la zona.
"Creemos que se agotaron todas las otras medidas, porque todas las otras medidas que se han tomado, ninguna ha dado resultado. Si hay una ley que se puede dar para el estado de excepción, hay que aplicarla", sostuvo el dirigente, quien consideró además que las Policías están "completamente sobrepasadas".
A su turno, Alejo Apraiz, presidente de la Asociación de Víctimas de la Violencia Rural en La Araucanía, indicó que se deben adoptar todas las medidas necesarias para evitar la continuidad de estos hechos y acusó que los jueces tienen un nivel de exigencia muy alto para considerar pruebas en los procesos judiciales.
"Mientras los jueces no hagan su labor, vamos a seguir con esta sensación de impunidad que tenemos, Es compartida la responsabilidad, pero en gran parte de los jueces, que están siendo muy exigentes para considerar una prueba", indicó.
Por su parte, el presidente de la multigremial de La Araucanía, Emilio Taladriz, planteó que es necesario buscar la forma de evitar la continuidad de estos hechos con apoyo de las policías y del Gobierno.
"Demuestra que las medidas no han dado resultados, que al Gobierno se le ha ido el control de las manos de esta situación y no se puede atacar solamente con buena voluntad", aseveró el dirigente.
Taladriz enfatizó que "tiene que haber un ataque frontal de todos" desde "el sistema judicial, Gobierno, oposición, sino estos violentistas van a seguir imponiéndose".
Para este lunes se espera una reunión entre el intendente de La Araucanía, Andrés Molina, y los propietarios de la empresa que fue atacada el fin de semana en Carahue.