Este sábado sesionó en Punta Arenas, Región de Magallanes, la comisión investigadora de la Cámara de Diputados por la desaparición de Ricardo Harex, que se produjo la madrugada del 19 de octubre de 2001 luego de participar en una fiesta juvenil.
En la instancia expuso el obispo de Magallanes, Bernardo Bastres, quien pidió perdón a la familia por no haber sido un buen párroco para ellos.
"Personalmente acudí con mucha voluntad y con mucho gusto porque es la primera vez que puedo exponer de forma sistemática mi verdad, lo que sé y lo que no sé, que muchas veces se pone una frase y no todo. Así que me alegré", dijo el sacerdote.
Indicó que hizo "un escrito y después pudieron preguntar, porque me parece importante dar a conocer la verdad que tenemos nosotros en torno a esta desaparición".
En la sesión también declaró -por primera vez en este caso- el ex carabinero Raúl Herrera Cifuentes, quien dijo haber visto conductas extrañas por parte del ex obispo Tomás González, sindicado como responsable de encubrimiento.
Se trata de la cuarta sesión de la comisión y la primera que se realiza en la región.
Harex asistía al Liceo San José, del que era director el sacerdote Rimsky Rojas, acusado de abusar sexualmente de tres menores de edad durante la década del 80 y que, en medio de las indagaciones, se suicidó en 2011.
La conexión entre la desaparición y la iglesia, hecha por el abogado Marcelo Vargas -denunciante de Rojas- y familiares del adolescente, surge del testimonio de Juan Esteban Cárdenas, quien declaró ante la PDI que el religioso le había ordenado enterrar su cuerpo, situación a la que no se pudo negar debido a supuestas amenazas que habría recibido.