El sujeto fue detenido en junio en las inmediaciones del recinto penal.
En el negocio ilícito además participaban dos gendarmes, un interno y otro sujeto.
El tráfico es un delito con agravantes cuando se realiza en un recinto penal.
Una condena de tres años y un día de presidio deberá cumplir el integrante de una agrupación delictual que se dedicaba a ingresar drogas a la Cárcel de Chillán, ilícito en el que estában involucrados reos, gendarmes y personas particulares.
El condenado es Felipe Soto Valdebenito, quien fue detenido en junio del año pasado en las afueras del recinto penal tras concretar el traspaso de 91,1 gramos de marihuana y 21,8 gramos de cocaína.
De acuerdo con lo expuesto por el fiscal Álvaro Hermosilla, la investigación permitió acreditar que "el imputado entregó drogas a un gendarme para efecto que éste la ingresara a un interno de la cárcel, previo pago de dinero".
Agregó que esta arista investigativa se enmarca dentro de una investigación mayor, en virtud de la cual ya fueron condenados dos gendarmes, quienes concretaban el ingreso de la droga, por lo cual también fueron condenados a tres años y un día por el delito de tráfico ilícito de drogas en pequeñas cantidades.
También fue condenado a 541 días de cárcel el conductor del vehículo en el que se trasladaba Felipe Soto desde la comuna de San Pedro de la Paz hasta Chillán, a fin de entregar drogas a distintos compradores.
La condena fue dictada por el Tribunal Oral en Lo Penal de Chillán, y en este caso, además se consideró una agravante especial en la Ley de Drogas que aumenta en un grado la pena, cuando se comercializan estupefacientes en un recinto penitenciario.
Finalmente, pendiente está el juicio en contra de un recluso que también integraba esta red delictual, cuyo desbaratamiento fue logrado mediante un trabajo conjunto entre la Fiscalía, Carabineros del OS-7 y la Oficina de Seguridad Interna de Gendarmería.
