Pía Benavides y Gabriel Meza deberán cumplir sus sentencias de modo efectivo, "ya que, por su cuantía, no permiten la concesión de penas sustitutivas", valoró la Fiscalía.
Un tercer imputado, sindicado como cómplice de los dos condenados, fue absuelto.
El Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua dictó este lunes sentencia condenatoria contra Gabriel Ignacio Meza Castro y Pía Fernanda Benavides Rivero, los autores de un incendio que afectó en septiembre de 2021 a dependencias de la Municipalidad local.
"Específicamente respecto de don Gabriel Meza, se le condenó a la pena de siete años y seis meses de presidio mayor en su grado mínimo; y a doña Pía Benavides, a la pena de seis años en el mismo grado indicado", detalló el fiscal Lucio Ugas.
Según complementó el persecutor, "ambas condenas deberán serlo de manera efectiva, ya que por su cuantía no permiten la concesión de penas sustitutivas".
Por su parte, el alcalde de la comuna Juan Ramón Godoy se mostró conforme a la sentencia y señaló que "acá hay acusados que son materiales, acá no hubo robo y fue lo que planteé desde el principio, fue daño, un atentado. Por tanto, nos parece importante que en esta etapa de la investigación, hoy día se condene justamente a estas personas que hicieron daño a la ciudad y quisieron quemar el municipio de Rancagua".
"¿Qué gana una persona con hacer un atentado a los permisos de edificación?, donde está quizás una de las mayores recaudaciones del municipio de Rancagua", concluyó el jefe comunal e insistió en que se debe aclarar quienes fueron los autores intelectuales del siniestro.
Según se estableció en el proceso, alrededor de las 02:30 horas de la madrugada del 19 de septiembre de 2021, el grupo se dirigió al Edificio Tomás Guaglen de la Municipalidad, ubicado en Calle Chorrillos N°860, a bordo de un vehículo conducido por Yeraldo González, sindicado como cómplice y que finalmente fue absuelto.
Gabriel Meza y Pía Benavides bajaron con un bidón de bencina hacia el Departamento de Edificaciones de la Dirección de Obras: el primero escaló la reja y rompió uno de los ventanales, derramó en el interior el líquido inflamable que le entregó la mujer, y con un encendedor (también proporcionado por ella) prendió fuego, "produciéndose un incendio que causó daños en esta oficina pública especialmente en archivos, computadores, mobiliario e infraestructura".
En esta ocasión, el alcalde de Rancagua, Juan Ramón Godoy, denunció que se trataba de un siniestro intencional que destruyó información sensible del Departamento de Obras.
