La Municipalidad de Iquique evalúa rematar más de 3.000 vehículos abandonados que congestionan las calles de la ciudad y que son potenciales focos de delincuencia.
La gran mayoría de estos automóviles fueron dejados en la calle por sus dueños por falta de dinero para repararlos o porque prefieren invertir en uno nuevo en vez de reparar el antiguo.
Sólo entre 2007 y 2011 el municipio retiró 2.600 autos abandonados y aún quedan 700 más por ser retirados, informó El Mercurio.
A este problema su suma la gran cantidad vehículos que hay en la ciudad los que, según datos de Instituto Nacional de Estadísticas (INE), son 76.226 en una ciudad en que habitan 183.997 personas, es decir, un auto por cada 2,41 personas.
Para atender ese situación, el alcalde Jorge Soria además buscará modificar la actual ordenanza que permite enajenarlos después de 10 años, con el propósito de evitar la gran congestión de vehículos abandonados que además de colapsar las calles son atractivos como escondites para delincuentes.
Taxis básicos
La situación se vuelve más compleja por la alta cantidad de transporte público en la zona. Sólo entre Iquique y Alto Hospicio hay cerca de 3.506 taxis básicos, casi el triple de ciudades como Valparaíso y Biobío, en las que hay 1.031 y 1.233 respectivamente.
Esto significó que en 10 años se congelaran las patentes de este tipo y se iniciara un plan maestro que incluye la construcción de tres pares viales, de las cuales la calle Arturo Fernández y Juan Martínez ya se encuentra terminada, mientras que las calles Bulnes y O'Higgins, y Sotomayor y Esmeralda, se encuentran en ejecución.