Por el delito de amenaza fue formalizado el ex alumno del Colegio Aconcagua de Quilpué, quien se entregó a la policía tras las amenazas que formuló a través de sus redes sociales, en las que deslizó que iba a ser autor de un tiroteo en el recinto educacional.
El joven quedó con las mismas medidas cautelares con las que contaba desde ayer, es decir, orden de alejamiento del colegio y de la profesora a la que aludió en su amenaza, con nombre y apellido. El Tribunal decretó tres meses de investigación para el caso.
El fiscal adjunto de la comuna, Carlos Parra, confirmó que el acusado también entregó "de manera voluntaria" el arma que supuestamente planeaba utilizar a funcionarios de Carabineros.
"Correspondía a un arma a fogueo de 8 milímetros, la cual no se encuentra modificada ni apta para ser usada como un arma de fuego", precisó el persecutor.
Jaime Silva, defensor del imputado, señaló que "obviamente, está arrepentido". Afirmó que en un contexto generalizado de amenazas en el colegio, "él como joven, inmaduro de 18 años, subió una historia a su cuenta privada de Instagram, con un arma de fogueo, en los términos que dice, manipulando esta arma de fogueo, colocando que le iba a cobrar a una profesora a la que no le tenía particularmente cariño, por situaciones que habían pasado en la época del colegio".
Agregó el defensor que el joven "se durmió y al otro día se encuentra con toda esta locura. Hoy se encuentra sindicado prácticamente como una persona que pretende hacer una matanza en un colegio".
Silva lamentó que el nombre y rostro del imputado permanezcan en las redes sociales y sitios web.
A la audiencia llegaron familiares del imputado, quienes a la salida del Tribunal protagonizaron altercados con periodistas que realizaban la cobertura del caso, a quienes lanzaron manotazos, mientras el imputado se alejaba del recinto, corriendo junto a su abogado.