El gobierno de Ecuador destacó este lunes el acuerdo de cooperación suscrito entre la Alcaldía de la Municipalidad chilena de Juan Fernández y el Consejo de gobierno de las Islas ecuatorianas de Galápagos, en materia de sostenibilidad y conservación.
La Cancillería ecuatoriana indicó en un comunicado que dicho entendimiento "prevé el fomento del intercambio de experiencias entre los dos archipiélagos en materia de desarrollo sostenible y conservación de ecosistemas de alto valor ambiental, políticas públicas, control demográfico y experiencias legislativas".
Dicho convenio fue suscrito recientemente en Santiago por el embajador de Ecuador en Chile, Homero Arellano, a nombre del gobierno de las Islas Galápagos, y por el alcalde de Juan Fernández, Leopoldo González Charpentier.
El acuerdo permitirá desarrollar un "trabajo conjunto en temáticas de interés mutuo como planificación y ordenamiento territorial, transporte territorial, control poblacional y ecoturismo, entre otros aspectos", se precisa en el texto de la Cancillería.
Además, se reconoce el hecho de que "en los últimos sesenta años las Islas Galápagos han desarrollado un modelo de gestión que ha propiciado el desarrollo sostenible de la población insular y conservado los ecosistemas marítimo y terrestre, aspectos que bien pueden ser referentes para el archipiélago chileno".
Las islas Juan Fernández están ubicadas en el océano Pacífico a unos 600 kilómetros de la costa continental chilena y tienen unos 1.000 habitantes.
Ese archipiélago, formado por tres islas, fue declarado Parque Nacional en 1935 y declarado como reserva de la biosfera en 1977 por la Unesco, debido a su rica biodiversidad, sobre todo por sus especies endémicas, algunas de ellas en peligro de extinción.
De su lado, las Galápagos, constituidas por trece islas grandes, seis menores y 42 islotes, están situadas a unos 1.000 kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y cuenta con una población de 26.000 habitantes.
El archipiélago de Galápagos, declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, es considerado un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.