A una pena única de 15 años de cárcel fue sentenciado Ismael Silva Jiménez, sujeto condenado por cuatro homicidios: dos consumados en perjuicio de civiles y dos frustrados cometidos contra funcionarios policiales.
Los hechos -por los cuales el Ministerio Público pedía cuatro penas que sumaban 60 años- ocurrieron en 2019 en medio de un operativo antinarcóticos, en el que la Fiscalía Metropolitana Sur y la PDI seguían desde Coquimbo a una banda que haría una quitada de drogas en Quilpué, Región de Valparaíso.
En estas circunstancias, en el denominado Puente del Agua de Quilpué se montó un control policial donde los efectivos detuvieron a un imputado.
Carlos González, un civil que iba pasando por el sector, quedó en medio del operativo en el cual luego apareció Silva, quien –según establece el veredicto- aceleró, atropellando al sujeto antes detenido y al civil, muriendo ambos.
Junto con ello, dos funcionarios policiales resultaron lesionados al ser embestidos por el ahora condenado, quien posteriormente fue detenido en el lugar.
FAMILIA PIDE ESTABLECER RESPONSABILIDAD ESTATAL
El querellante Jorge Suez, representante de la familia de Carlos González, dice que ahora espera ver si la sentencia establece o no que él se encontraba bajo custodia policial cuando fue atropellado.
"Queda revisar el detalle de la sentencia para ver si en definitiva si el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar se hizo cargo de una aspiración que tiene la familia en el sentido de que se dilucidara, se estableciera, la forma en que don Carlos González muere atrapado en un procedimiento antinarcóticos", dijo el abogado.
"Es un aspecto que no fue aclarado durante la investigación y que esta parte entiende que sí logró establecerse durante el juicio, conforme a todos los antecedentes que fueron dándose a conocer durante su desarrollo", agregó Suez.
El tribunal viñamarino acogió un demanda civil presentada por la familia de González, condenando a Silva a pagar casi 50 millones de pesos a la cónyuge e hijos de la víctima.
