El retorno a clases tras las vacaciones de invierno al Liceo C-90 de Tirúa, Región del Biobío, estuvo marcado por la toma realizada por estudiantes quienes llegaron al recinto y se dieron cuenta que los compromisos para mejorar la infraestructura pactados en la toma anterior, no se habían cumplido.
La secretaria del centro de alumnos, Elisa García, comentó que "sn el liceo no hay espacios, no cumple con lugares que sí o sí deberían estar. Le hicieron una precaria oficina a las tías que hacen el aseo en el gimnasio y resulta que no tiene puertas ni cielo y justo arriba hay un espacio abierto y a una señora le cayó un ratón en la espalda".
Según añadió la dirigente, "el comedor da al mismo agujero, ¿qué pasa si nosotros estamos comiendo y nos cae un ratón?.
Acuerdos y liberación de los espacios
Tras una reunión con las autoridades, los alumnos decidieron dejar la toma. Adolfo Millabur, alcalde de Tirúa y sostenedor del recinto sostuvo que "hubo un mal entendido entre los estudiantes y la jefa del Daem (Departamento de Administración de Educación Municipal) ya que no habían entregado bien la información por algunos compromisos de trabajo que tenían que hacerse durante las vacaciones".
En cuanto a la presencia de roedores en el recinto, la autoridad comunal expuso que "los lamentablemente los alcaldes no tienen tantas facultades para controlar ese tipo de situaciones pero habrá que desratizar, (sin embargo) tengo entendido que se desratizó durante las vacaciones. Seguramente algún bicho quedó muerto por ahí y no lo pesquisaron y los niños lo encontraron".
A partir de este miércoles las clases se retomarán de forma normal, a la espera de solucionar temas como la habilitación de un galpón para los estudiantes de la especialidad acuicultura, que hoy funciona en el camarín de hombres.