El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago acogió a trámite una querella presentada por la empresa Tramaq que acusa el delito de suscripción engañosa de documento y estafa contra quienes resulten responsables de los cambios en los acuerdos contenidos en la licitación para efectuar mejoras en el Aeropuerto Carriel Sur de Talcahuano, Región del Biobío.
En el documento disponible en la página web del Poder Judicial se expone el cambio de condiciones como factor de engaño y estafa, ya que tras postular mediante una propuesta a suma alzada a las faenas de escarpe, excavaciones y terraplenes por cerca de mil 800 millones de pesos como valor global, Gustavo Aracena, gerente de opearciones de la empresa Icafal, a cargo de la concesión del recinto aeronáutico, cambió los términos del acuerdo.
Tras haber invertido todo el capital disponible y subcontratado personal, con riesgo de caer en la insolvencia, el querellante firmó, sin embargo, tampoco se respetó el hecho de ser la única empresa en ejecutar la obra ya que para cumplir con la carta Gantt se contrató a un tercero, que fue sorprendido comprando a una cantera ilegal en Coronel que posteriormente fue cerrada.
Las opinión de las autoridades
De visita en Chillán, el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, la autoridad declinó entregar mayores antecedentes, limitándose a explicar que el caso está en el panel de concesiones, que es una instancia técnica conformada por expertos cuando la concesionaria tiene una diferencia con el MOP.
Entre las diligencias solicitadas se encuentra la declaración del seremi de Obras Públicas en el Biobío, Daniel Escobar.
Consultado por Cooperativa, la autoridad regional indicó que "el contenido de la querella es un tema que no puedo emitir opinión porque es un asunto netamente entre privados, no tengo posibilidad alguna yo de pronunciarme sobre el contenido de una acción judicial entre privados".
Además, fue interrogado respecto a si esta situación puede afectar el contrato de concesión de la empresa Icafal en el aeropuerto y fue enfático en señalar que "en ningún caso".
La concesión de la empresa Icafal es por casi 32.000.000 de dólares y la faculta hasta el año 2032 para operar el remozado terminal aéreo que contará con seis mangas, en vez de las cuatro actuales, y permitirá prestar servicios a casi 2 millones de pasajeros al año.
Por su parte la empresa Tramaq acusa estar quebrada y con una deuda de 230.000.000 de pesos que no tiene como pagar.