La Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (Ansog) desmintió este miércoles la participación de efectivos de la institución en algún tipo de golpiza al referirse a la denuncia de una supuesta agresión a Jhoyner Bonilla, imputado por el asesinato del cabo de Carabineros Álex Salazar.
En una audiencia de cautela de garantías, el defensor Felipe Martínez dijo que los gendarmes lo golpearon en diversas ocasiones al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la Región del Biobío, donde cumple prisión preventiva.
Frente a esta situación, el tribunal ordenó abrir una investigación a la vez que se le realizará la constatación de lesiones en el Servicio Médico Legal (SML).
"La Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes de Chile, Ansog, viene a desmentir categóricamente la denuncia realizada por el Defensor Penal Público Sr. Felipe Martínez, en torno a una agresión que habría recibido el imputado Bonilla Brito Jhoyner al interior del penal donde actualmente se encuentra recluido", señaló el sindicato a través de una declaración pública.
"En esta línea, como gremio, llamamos a los involucrados y a los medios de comunicación a ser responsables con elevar de forma pública este tipo de acusaciones sin antes haber cotejado los hechos. Es justamente para tener la totalidad de los antecedentes, que se ha ordenado una investigación breve al interior del complejo, de manera de deslindar las eventuales responsabilidades", agregó.
Tras esto, Ayleen Amaro, dirigenta provincial de la Ansog en Concepción, complementó que el imputado redactó "una declaración donde él afirma no tener problemas con la población penal ni tampoco con los funcionarios de Gendarmería de Chile. Es más, confirma querer seguir en el módulo que se encuentra".
Bonilla fue formalizado la semana pasada por el crimen del cabo Salazar, a quien atropelló intencionalmente cuando el policía realizaba una fiscalización en el Barrio Estación de Concepción.