Gran preocupación hay entre los integrantes de la Asociación Gremial de Pequeños y Medianos Industriales de la Madera (Pymemad), que esperan de los resultados de un estudio sobre la cantidad de bosques adultos disponibles que realiza el Observatorio Laboral del Maule (OLM) el que determinará el futuro de la pequeña industria maderera.
El presidente de este gremio Hernán Muñoz, dijo que, "si se confirma que los árboles disponibles tras el mega incendio forestal de enero de 2017 corresponden principalmente a ejemplares juveniles, la pequeña industria de la madera "morirá luego".
Esto debido a que, por ser ejemplares jóvenes, no pueden ser talados y hasta ahora los aserraderos y barracas se mantienen con madera de los bosques siniestrados de los alrededores de Constitución.
Este panorama, calificado como lapidario por representantes del sector, se ha ido confirmando en el marco de la investigación sobre reconversión laboral que lleva a cabo un equipo del OLM de la Universidad Católica del Maule, tras visitas barracas y aserraderos de la zona.
Claudio Vásquez, responsable del estudio sobre reconversión laboral en Santa Olga, dijo que "aunque el incierto panorama forestal y maderero en la zona genera una sensación de angustia y desesperanza, es importante centrarse en una solución colectiva entre los sectores involucrados de manera urgente", afirmó.
Las conclusiones del estudio estarán listas a finales del segundo semestre de 2018 y serán claves para la industria maderera.
"Muchos aserraderos van a desaparecer"
Patricio Rodríguez, empresario y miembro de la Corporación Chilena de la Madera (CORMA) indicó que "frente a los mayores costos que implicará abastecerse de madera fuera de la región muchos aserraderos van a desaparecer, salvo una intervención estatal".
"En el caso de los aserraderos que no pertenecen a la asociación el término de las faenas será en unos seis meses más", agregó Rodriguez.