El Primer Juzgado Civil de Talca declaró oficialmente la quiebra de la Clínica del Maule S.A., luego de iniciar el proceso de liquidación forzosa amparada en la Ley de Quiebras en mayo del año pasado, tras 35 años de funcionamiento en la capital regional.
Un total de 100 funcionarios se autodespidieron y otros 250 aún se mantienen en la empresa, mientras las deudas del centro asistencial privado con trabajadores y acreedores superan los 9.000 millones de pesos y tienen a los profesionales a la espera de la llegada del liquidador concursal, Nelson Machuca estipulada para este martes.
"Estamos esperando al liquidador para que nos entregue la carta de aviso de término y con eso ya nos desvinculan de la clínica y para que nos presenten el finiquito. El liquidador tiene 30 días para acreditar las deudas, incluyéndonos a nosotros", dijo el presidente del sindicato, Víctor Lazo.
Consultado el liquidador Nelson Machuca, manifestó a Cooperativa Regiones que no da entrevistas a la prensa, sin embargo, el proceso que llevó a la quiebra a la Clínica del Maule, lo explicó el primer interventor que tuvo el centro asistencial privado.
"Los pasivos aumentaron fuertemente, se atrasaron los pagos a los proveedores, los sueldos a los trabajadores, lo que hizo que los bancos pidieran al veedor Patricio Jamarne, que solicitara el incumplimiento de las etapas del acuerdo que terminó con la declaración de quiebra de la clínica", explicó el abogado Luis Felipe Castañeda.
La Clínica del Maule es la tercera empresa que se liquida en la ciudad en lo que va del año: antes lo hicieron la Imprenta Gutenberg y la Curtiembre Talca. Además es la séptima a nivel regional desde que asumió el actual Gobierno: se suma a Iansa Linares, Pastas Suazo de Curicó y las Cajoneras de Cauquenes, que vienen a engrosar la cesantía en El Maule que ya alcanza los 6,3 puntos y en Talca un 9,1 por ciento.
