El senador socialista Alfonso de Urresti instó a todos los partidos de Gobierno a respaldar que el Presidente Gabriel Boric decidiera volver a declarar estado de excepción en la Macrozona Sur, ante la falta de apoyo -tanto de Apruebo Dignidad como de la oposición- a la alternativa de un "estado intermedio".
Tras recordar que en materia de seguridad su tienda se puso a disposición del Ejecutivo la semana pasada, planteó en El Diario de Cooperativa que "corresponde al Gobierno evaluar las circunstancias, conocer el entorno, todas las implicancias y tomar una medida, y a los parlamentarios -en este caso, del Partido Socialista y de Gobierno- nos corresponde respaldar eso, y no poner piedras en el camino (...) En este tipo de situaciones no se puede mezquinar apoyos o dudar en respaldar".
De Urresti admitió que "de todas maneras" su comentario es una crítica a los oficialistas que disienten de la postura del Ejecutivo: "Cuando el Gobierno se enfrenta a alteraciones graves del orden público, muertes, cortes de caminos, desabastecimiento (...) tiene que actuar, y no puede haber vacilación por parte de sus partidos y sus bancadas parlamentarias", enfatizó.
Por otra parte, reflexionando que "los conflictos siempre hacen más difícil las propuestas de desarrollo", el parlamentario excusó que el Gobierno optara por el estado de emergencia -esta vez de forma acotada-, a pesar de que previo y durante su instalación insistió en descartarlo, argumentando que no haría una diferencia.
"Obviamente hay mucha gente va a quedar prisionera de sus argumentos anteriores; muchas veces yo voté en contra (del estado de excepción) porque sigo sosteniendo que el Gobierno de Piñera nunca tuvo una visión integral para enfrentar este tema, era sólo el uso de la fuerza, y ahora creo que hay una propuesta concreta de iniciativas", aseguró, valorando que en paralelo se avance en la compra de tierras, por ejemplo.
El senador subrayó que "la demanda territorial es relevante, y obviamente debe haber una protección de las carreteras y de la infraestructura vital para la circulación; diálogo, pero también aislar a esas personas o grupos organizados -que a veces incluso no tienen nada que ver con la causa de reivindicación mapuche- que no quieren dialogar, y lo que hacen es amenazar al Estado y ejercer una violencia absolutamente irracional".
En ese sentido, De Urresti reprochó los últimos dichos de Héctor Llaitul, puesto que "declarar la guerra a un Gobierno progresista, que entiende y que busca la solución, y llamar a la defensa armada frente a esta situación, creo que no corresponde".
