Entró en vigencia TLC con Estados Unidos
A partir de este jueves, el 87 por ciento de los productos chilenos ingresa con arancel cero al país norteamericano.
A partir de este jueves, el 87 por ciento de los productos chilenos ingresa con arancel cero al país norteamericano.
Luego de 12 años de negociaciones, el Tratado de Libre Comercio acordado el 6 de junio pasado por los gobiernos de Chile y Estados Unidos entra en vigencia este jueves. De esta manera, el 87 por ciento de los productos nacionales ingresarán sin arancel al mercado del país del norte.
Estados Unidos, con 288 millones de habitantes, es el primer inversor externo de Chile y su principal socio comercial con un intercambio anual que supera los seis mil millones de dólares. Las mercancías chilenas más beneficiadas por el tratado serán el cobre y sus derivados, el salmón, productos forestales, vinos y fruta fresca.
A partir de este 1 de enero, el 87 por ciento de las exportaciones chilenas ingresan a Estados Unidos sin pagar arancel, mientras que en 2005 el 94,8 por ciento estará libre de impuestos aduaneros.
El Gobierno ha recalcado que la entrada en vigencia generará un aumento en el Producto Interno Bruto (PIB) de uno por ciento, equivalente a cerca de 700 millones de dólares. En tanto, las exportaciones chilenas a Estados Unidos aumentarían en 18 por ciento.
Según proyecciones de la Dirección Económica de la Cancillería (Direcon), los efectos directos e indirectos en el empleo generado por el aumento de exportaciones que significará la plena vigencia del acuerdo podrían ascender a cerca de 66 mil ocupaciones.
Si bien el gobierno estadounidense se reservó el derecho de aplicar su legislación antidumping cuando surjan conflictos comerciales con Chile, el acuerdo establece un mecanismo de solución de controversias expedito e imparcial. Este considera tres etapas que se inscriben en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC): consultas, comisión y panel.
Además, las empresas chilenas tendrán acceso hasta el mercado público estadounidense y mejorará significativamente las disciplinas de contratación pública, medida con la cual Chile será uno de los pocos países que tendrá acceso a este enorme sector para sus proveedores de bienes y servicios.
Chile no sólo tendrá acceso a la totalidad de entidades en el ámbito federal, sino que, además, accederá a las adquisiciones de 37 Estados y a una serie de empresas públicas, logrando incluso un mejor acceso a nivel subfederal.
Un largo camino hacia el acuerdo
Los primeros pasos hacia la concreción de un acuerdo comercial entre Chile y Estados Unidos comenzaron durante el gobierno de Patricio Aylwin, cuando en 1992, el entonces presidente norteamericano George Bush (padre del actual mandatario), se comprometió a trabajar para que Chile fuese el cuarto socio del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA).
Sin embargo, las conversaciones fracasaron y el acuerdo se concretó entre Estados Unidos, Canadá y México. A fines de 1994, en la Cumbre de las Américas, el nuevo presidente estadounidense, Bill Clinton, relanzó la idea.
Hace poco que Clinton había asumido y abrazaba la esperanza de que antes del 2005 una zona de libre comercio se extendiera desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Sin embargo, la aprobación del "fast track" o vía rápida no fue entregado por el Senado.
El proceso fue retomado a fines del mandato de Clinton y tomo nuevos bríos con la llegada del republicano George W. Bush a la casa Blanca. Así el 1 de agosto de 2002 el Senado de Estados Unidos aprobó de la ley de Autoridad de Promoción Comercial (TPA) para permitir al mandatario negociar un tratado de libre comercio con Chile y otros países sin que el legislativo pueda modificarlos, sino que sólo ratificarlos o rechazarlos.
13 de agosto de 2002 Robert Zoellick, representante de Comercio Exterior de Washington, anunció que probablemente durante 2002 concluirián las negociaciones con Chile para la firma de un TLC, pero que el Congreso estadounidense analizaría el acuerdo en 2003.
11 de diciembre de 2002 La Moneda anunció oficialmente el logro de un acuerdo con Estados Unidos para un Tratado de Libre Comercio (TLC).
Dificultades derivadas por la oposición de Chile a la guerra en Irak
Cuando los equipos de ambos Gobiernos avanzaban en las negociaciones para lograr el TLC, apareció un escollo diplomático. La oposición de Chile a una acción militar contra Irak de manera inmediata, como pretendía la Casa Blanca, resiente las relaciones entre Washington y Santiago.
30 de enero de 2003 El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, notificó en una carta a su Congreso la intención de firmar dentro de 90 días el Tratado de Libre Comercio (TLC) alcanzado con Chile.
19 de marzo de 2003 "Creo que tenemos que ser realistas y entender que probablemente las decisiones que hemos tomado van a tener consecuencias", afirmó el senador de la Democracia Cristiana (DC) y ex ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, con respecto a la posición de Chile en la invasión contra Irak.
30 de marzo de 2003 La canciller Alvear negó las informaciones del diario La Tercera, que sugerían que Washington resolvió aplazar la ratificación del TLC porque el ex embajador chileno en Ginebra, Juan Enrique Vega, no votó en contra de una propuesta que pedía analizar la situación de los derechos humanos en Irak tras la invasión estadounidense.
11 de abril de 2003 El encargado de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Zoellick, afirmó que tanto el presidente George W. Bush como el Congreso estadounidense están "decepcionados" porque Chile no apoyó la postura de Washington en el conflicto de Irak. Recalcó además que la firma no tenía un "marco de tiempo" específico.
11 de abril de 2003 La ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, aseguró que el TLC con Estados Unidos no corre peligro a pesar del rechazo de Chile a la guerra en Irak, aunque reconoció que a Washington le habría gustado contar con el apoyo de nuestro país para iniciar el conflicto.
15 de abril de 2003 El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Claro, indicó que el sector privado ha recibido "algunas señales y noticias de autoridades norteamericanas en el sentido de que el proceso (de firma del acuerdo) se estaría difiriendo".
28 de abril de 2003 La canciller Alvear afirmó que la "desilusión" que causó la posición chilena respecto a la guerra en Irak "ha quedado superada" y agregó que coincidió con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, la necesidad de acelerar los trámites legislativos en ambas naciones para aprobar el TLC.
29 de abril de 2003 El secretario de Estado del país norteamericano, Colin Powell, le recalcó a la canciller Soledad Alvear que el tratado "se va a firmar, el tratado se va a aprobar. No tenemos fecha aún, por cuanto tenemos que explorar en el Congreso de Estados Unidos cuál es el mejor momento para su envío y es lo que vamos a efectuar".
7 de mayo de 2003 En un intento de zanjar las especulaciones sobre represalias que Washington podría tomar contra los países que no apoyaron su política sobre Irak en la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente George W. Bush señaló que el "importante tratado de libre comercio con Chile (...) seguirá adelante".
8 de mayo de 2003 El jefe de Gobierno español, José María Aznar, le solicitó "expresamente" al mandatario estadounidense, George W. Bush, la pronta ratificación por parte de su administración del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile.
16 de mayo de 2003 El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Larry Liebenow, señaló que "urge" que la administración Bush envíe a su Congreso, para su aprobación, el acuerdo para firmar el TLC, y que "lo he comunicado a la administración Bush personalmente, como también a la Cámara en docenas de reuniones con congresistas".
22 de mayo de 2003 La Asociación de Productores de Trigo de Estados Unidos manifestó su preocupación por la merma en las exportaciones del producto agrícola hacia Chile por la no firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con nuestro país.
27 de mayo de 2003 La canciller Soledad Alvear confirmó que el viernes 6 de junio de 2003 se firmará en Miami el acuerdo comercial entre Estados Unidos y Chile.
El camino legislativo del acuerdo en Washington y Valparaíso
Una vez firmado el TLC, en ambos países comienza la tramitación del acuerdo. Mientras en Estados Unidos la cercanía del receso veraniego casi aplaza durante un mes la aprobación, en Chile algunos sectores agrícolas manifiestan su preocupación por la liberación del ingreso de productos de ese sector provenientes desde el país del norte.
6 de junio de 2003 En una ceremonia realizada en el palacio Vizcaya de Miami, la ministra chilena de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, y el representante de Comercio Exterior del gobierno estadounidense, Robert Zoellick, firmaron el histórico acuerdo comercial.
31 de julio de 2003 El Senado de Estados Unidos ratificó el tratado con Chile, el primero con una nación sudamericana. La discusión fue aplazada en dos ocasiones por la Cámara Alta, que se cio presionada para centrar su labor en proyectos de política interna antes del receso veraniego.
7 de octubre de 2003 La Cámara de Diputados de Chile aprobó el tratado, tras lo cual pasó a la sala del Senado, instancia que sólo pudo pronunciarse sobre el proyecto en forma completa, sin oportunidad de realizar algún cambio al texto acordado entre los gobiernos de Santiago y Washington.
22 de octubre de 2003 El Senado de Chile aprobó, por 34 votos a favor, cinco en contra y cinco abstenciones el TLC, con lo que quedó listo para su promulgación por parte del Presidente Ricardo Lagos.
3 de septiembre de 2003 El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, promulgó miércoles la ley que oficializa el Tratado de Libre Comercio con Chile. En la ocasión destacó que que "Chile tendrá la oportunidad de avanzar aún más, para ayudar a toda la región a ser más próspera".
4 de diciembre de 2003 El Presidente Ricardo Lagos promulgó el acuerdo, con lo que el quedó en condiciones de entrar en vigencia a partir de este 1 de enero. En la ocasión, el Mandatario explicó que el TLC creará nuevas posibilidades de desarrollo para nuestro país, añadiendo que no duda "en que se abrirán muchas más", pero recalcó que estas oportunidades deben ir de la mano con un cambio cultural que permita aprovecharlas al máximo.