En conversación con El Diario de Cooperativa, el excanciller Mariano Fernández (2009-2010) analizó duramente la postura del Gobierno tras aprobarse en el Senado, después de casi cuatro años de trámite, el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, más conocido como TPP-11, acusando "dilaciones innecesarias" y un panorama "muy confuso".
El acuerdo comercial, considerado el tercero más grande del mundo, fue visado ayer por la tarde gracias al voto favorable de 27 parlamentarios, versus 10 que votaron en contra y una abstención.
Sin embargo, la promulgación está todavía en cuestión, toda vez que Boric decidió enviar side letters a algunos de los otros 10 países firmantes con el objetivo de renegociar los mecanismos de resolución de controversias incluidos en el acuerdo.
Esa situación motivó a Fernández a emplazar al Ejecutivo a que acelere lo antes posible la promulgación: "Yo creo que la Cancillería ha estado como institución, con Antonia Urrejola a la cabeza, trabajando para que sigamos adelante, pero desde una subsecretaría y algún rincón en La Moneda están permanentemente dilatando".
"La duda es respecto de la solución de controversias y resulta que nosotros tenemos firmados tratados con los mismos firmantes con solución de controversias, prácticamente todos. Y la solución de controversias en el TPP-11 es, en mi opinión, más rigurosa y menos extensa en el ámbito de aplicación", planteó el diplomático democratacristiano.
"El segundo punto es que aparece toda la discusión del TPP-11 como si Chile fuera simplemente un objeto que va a ser agredido por multinacionales, que va a ser ocupado, que va a ser bloqueado su desarrollo, etcétera", cuestionó.
Citando proyecciones de la exdirectora de ProChile y profesora del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Alicia Frohmann, Fernández expuso que "ha habido más de 130.000 millones de dólares de inversiones chilenas en el exterior. O sea, están preocupados de aparentemente lo que no le conviene al país y no de lo que aparentemente de lo que convendría al empresariado y el dinero chileno invertido en el exterior".
"La sensación que queda, para decirlo con toda franqueza, es que estas son dilaciones que no tienen un objetivo importante (...) Eso no es bueno para la imagen exterior de Chile; espero que se corrija y no sigamos con estas dilaciones innecesarias", sentenció.