La filtración del audio de la canciller, Antonia Urrejola, en el que junto a varios funcionarios de su ministerio, además de criticar airadamente al embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa, calificó al senador oficialista y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Jaime Quintana (PPD), como "amurrado", motivó un reclamo de la Cámara Alta que fue acordado por unanimidad de todas las bancadas.
Ayer, en medio de una sesión en la Sala, el senador del PPD Ricardo Lagos Weber usó la palabra para referirse a "un tema que no es muy grato" y, a nombre de su bancada, pidió el acuerdo del Pleno para que la corporación expresara su molestia por las declaraciones de la secretaria de Estado.
"Hubo referencias muy duras a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y en particular a su presidente el senador Jaime Quintana. Y yo quiero pedirle a usted, como presidente de la corporación, que tuviera a bien, hacer ver nuestro rechazo a esas expresiones", dijo el parlamentario al titular del Senado, el socialista Álvaro Elizalde, quien conducía el debate y se limitó a preguntar a los parlamentarios presentes: "¿Habría acuerdo?".
"Así se acuerda", agregó Elizalde, al ver que desde todas la bancadas se dio la unanimidad para manifestar el reclamo, según consigna esta tarde La Tercera PM.
Este acuerdo verbal se traduciría en un escrito que ya está siendo elaborado por la secretaría de la corporación, según explicaron en la Cámara Alta.
En el audio filtrado, que provocó la renuncia de la directora de Comunicaciones de la Cancillería, Lorena Díaz, enturbió la participación del Presidente Gabriel Boric en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de Buenos Aires.
En un punto de prensa realizado el martes en el Congreso, Quintana reaccionó con molestia ante el hecho y aseguró que "la política exterior está en manos de novatos".
Urrejola, quien anticipó que no renunciaría por el incidente, aseguró que no sabía que la conversación había sido grabada y que se enteró de lo ocurrido en plena reunión de la Celac, y optó por enviar los antecedentes al Ministerio Público para que evalúe las eventuales consecuencias penales.
El miércoles Boric insistió de nuevo que la filtración no implicará un adelanto de cambios en su gabinete y, en un intento de cerrar la controversia, concluyó que "los temas de Cancillería se resuelven en Cancillería".
