El gobierno boliviano ratificó que mantendrá el diálogo con Chile y en paralelo demandará a ese país en tribunales internacionales por una salida soberana al Pacífico, pese a que el presidente chileno, Sebastián Piñera, advirtió que ambos caminos son incompatibles.
El vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, dijo en La Paz que "Bolivia no cierra las puertas del diálogo", pero "paralela y complementariamente" irá a cortes internacionales para pedir a Chile el acceso al mar que perdió en la Guerra del Pacífico.
Para Linera, era "previsible" la réplica de Piñera de que el anuncio de Morales del miércoles pasado es "un serio obstáculo" para las relaciones bilaterales, así como las reacciones encendidas de políticos y diplomáticos chilenos, pero insistió en que la demanda es un "espacio complementario" al diálogo.
"El diálogo entre pueblos, entre gobiernos, se mantiene; lo deseamos, lo buscaremos y si da resultados antes de que la propia demanda llegue a destino, excelente. Pero si estos acercamientos no dan resultados, contamos con la definición que pueda tomar un tribunal internacional", dijo Linera.
Demanda como camino complementario
Afirmó que la estrategia de acudir a cortes internacionales se trabajó en forma paralela al diálogo iniciado en 2006 con la ex Presidenta Michelle Bachelet, porque Bolivia sabía "que esa opción de confianza y de diálogo bilateral sincero, franco, podía requerir un complemento".
Recordó que Bolivia pidió en diciembre pasado "una propuesta formal" a Chile para continuar el diálogo, pero como no la hubo, y entonces se decidió avanzar con la demanda.
"Lo real es que no hay propuesta concreta, factible, viable, y lo que hace el Gobierno boliviano es, sobre lo avanzado, sobre lo real puesto en la mesa, tomamos esta decisión complementaria. El diálogo está siendo complementado con la demanda", insistió.
Agregó que "Bolivia ha hecho muchos esfuerzos" para buscar una solución a su reclamo, mientras que "los gobiernos de Chile han tenido una posición clara de no".