El fiscal regional de Tarapacá, Manuel Guerra, explicó el escenario que enfrentan los tres militares bolivianos que ingresaron a territorio chileno y que fueron formalizados por porte ilegal de armas de guerra, tras ser sorprendidos en Colchane con un fusil y 18 municiones.
Según Guerra, los soldados pueden pasar a un juicio, con la consecuente sentencia condenatoria, el sobreseimiento definitivo si se acredita que el hecho no es constitutivo de delito y finalmente que el proceso no siga adelante por falta de pruebas.
El prosecutor descartó que la causa pueda ser suspendida condicionalmente, como ocurrió anteriormente con un grupo de 14 militares bolivianos detenidos por traspasar la frontera en 2011 y que luego de ser expulsados del país fueron condecorados por el Presidente Evo Morales, debido a que en el actual caso el delito es más grave.
"La pena que tiene asignado el delito por el cual están formalizados es una pena de crimen, no vemos como podríamos llegar a una suspensión condicional, porque la pena mínima son 5 años y un día, en cambio la suspensión condicional tiene un techo de probable pena de tres años", dijo.
"No veo probable hoy, a menos que tuvieran circunstancias de colaboración extraordinarias por parte de ellos, en como llegar a una proyección de pena menor de tres años que hiciera viable una suspensión y eventual expulsión", añadió el persecutor.
Los imputados permanecerán en prisión preventiva en la cárcel de Alto Hospicio hasta el 13 de febrero, cuando se retomará el juicio en su contra.